martes, 13 de noviembre de 2012

benito juarez y la educacion







Benito Juárez y la educación
Benito Juárez vivió una de las épocas más importantes de México, considerada por muchos historiadores como la consolidación de la nación como República. Juárez siempre defendió la igualdad, la libertad, la legalidad y la democracia. Legisló para que la educación de las y los mexicanos fuera gratuita, obligatoria y laica, y posteriormente fundó la Escuela Nacional Preparatoria, con el objetivo de eliminar la educación religiosa, para basarla en la ciencia. Asimismo, el laicismo de Juárez fue decisivo para garantizar la posibilidad de la actualización permanente del conocimiento, la certidumbre de una enseñanza no sujeta a los perjuicios y a la exigencia del sometimiento a un sólo credo, el respeto del Estado a las formas distintas de procesar una fe u abstenerse de hacerlo, la discusión libre de científicos y las libertades artísticas.
Al triunfo definitivo del proyecto liberal en 1867, el gobierno de Benito Juárez instaura la República y se dio a la tarea de reorganizar al país. La preocupación central era desarrollar una sabia administración. Mostró un gran interés por la educación, la cual tuvo grandes aportaciones de los liberales triunfadores que buscaron establecer un control sobre ella y considerarla como un vehículo para la transmisión de la filosofía del nuevo Estado mexicano. Por ello, es que muchos historiadores consideran que es este momento cuando puede hablarse del establecimiento de la educación pública en México.
El gobierno de Juárez se propuso convertir a la educación en una función pública, para lo cual encargo al Ministro de Justicia e Instrucción Pública, Antonio Martínez de Castro, que formulara el plan de educación que hiciera realidad ese propósito. Martínez de Castro integró una comisión para que estudiara el problema educativo; en ella figuraba de manera prominente Gabino Barreda, que fue por algún tiempo el principal representante del positivismo en nuestro país. A los pocos meses, la comisión entrego el documento que se publicó el 2 de diciembre de 1867 con el nombre de Ley Orgánica de Instrucción Pública para el Distrito Federal y territorios, que buscaba la reorganización de la educación nacional (Solana, et. al., 1982). Derivado de ello, se estructuró la Secretaría de Estado y del Despacho de Justicia e Instrucción Pública que siguiendo el espíritu de las Leyes de Reforma le imprime a la enseñanza pública el carácter de laica, gratuita y obligatoria. De esta forma los principios del liberalismo pudieron ser incorporados en una política educativa, una teoría pedagógica y un sistema de educación pública con perfiles bien definidos. Dos años más tarde, el 15 de mayo de 1869, el gobierno de Juárez expidió una nueva Ley de Instrucción Pública, en ella se mantuvieron la obligatoriedad y gratuidad de la enseñanza primaria, pero se suprimió la enseñanza de la religión, adquiriendo la enseñanza elemental las características de obligatoria, gratuita y laica que conserva hasta nuestros días.
En ese tiempo, las normas jurídicas que habían intentado organizar la educación no habían tenido éxito, además de que existían confusiones severas respecto a algunos principios como la libertad de enseñanza, la gratuidad, la obligatoriedad y, desde luego, el laicismo educativo. Lo anterior, a partir de la restauración de la República, llevó a una pugna entre el bando liberal y los positivistas. Mientras los liberales consideraban a la libertad de enseñanza como garantía de progreso para el país, los positivistas pensaban que ese principio negaba la libertad. Los liberales consideraban que la obligatoriedad atacaba la libertad y los positivistas eran partidarios de ella pues afirmaban que haría posible preservar la libertad. A pesar de que ambos grupos aceptaban la enseñanza laica, los liberales afirmaban que no debe someterse a discusión ningún principio religioso o político; los positivistas se pronunciaban por una educación orientada a destruir cualquier prejuicio.
Como consecuencia de la Ley Orgánica de Instrucción Pública de 1867 y de la de 1869 que tuvieron vigencia solo en el Distrito Federal, los Estados federativos legislaron muy pronto en materia de instrucción tomando como modelo estas leyes, lo cual se tradujo en mayor atención de los gobiernos locales para el proyecto educativo y en un despertamiento del interés y la actividad de los maestros por superar su preparación profesional y su trabajo docente. De igual manera, aparecen en la misma época, influyendo en la vida educativa del país, los primeros ensayos teoréticos de pedagogía, como reflexiones científicas acerca de la naturaleza y método de la educación (Castillo, 2007).
Benito Juárez y la importancia de la educación
Mónica Arriola | Opinión
2008-03-18 | Hora de creación: 00:00:00 | Ultima modificación: 06:59:24
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Uno de los grandes hombres que trabajó para hacer de México una nación libre, prospera e independiente fue don Benito Juárez García, Benemérito de las Américas. Estimado lector, lectora, Juárez siempre defendió la igualdad, la libertad, la legalidad y la democracia, y por eso hoy debemos estar orgullosos y festejar el legado que nos dejó: la educación. Benito Juárez legisló para que la educación de las y los mexicanos fuera gratuita, obligatoria y laica, y posteriormente fundó la Escuela Nacional Preparatoria, con el objetivo de eliminar la educación religiosa, para basarla en la ciencia. El ingreso a dicha escuela era libre, es decir, para cualquier clase social. Juárez fue el primerpresidente indígena de nuestro país, ilustre estadista, innovador de los derechos de las mujeres y preocupado por la educación, al respecto aseguró: “La instrucción es la base de la prosperidad de un pueblo, a la vez que es el medio más seguro de hacer imposibles los abusos del poder”. La importancia de la educación para una nación libre, democrática e independiente, consiste en que, a través de ella, todas y todos tenemos una mayor posibilidad de tomar una decisión acertada a la hora de elegir, ya que se pueden tomar en cuenta más elementos dentro del análisis, es decir con educación tendremos ciudadanos más libres. Así, para Juárez, su orfandad, los sufrimientos, las carencias, la diferencia del idioma y principalmente su origen, lo hicieron un hombre decidido a luchar por la igualdad de los derechos de todos los mexicanos, incluyendo el de las mujeres, de quienes afirmó: “Formar a la mujer con todas las recomendaciones que exige su elevada misión, es formar el germen de regeneración y mejoramiento social. Por eso deberemos tener especial cuidado en saber educar a la mujer. Jamás deberemos descuidar este principio, pues de él depende, en gran parte, con el mejoramiento de nuestro pueblo, su felicidad”. El programa liberal muestra su sagacidad, su valentía, su fuerza social, su determinación de avanzar con pasos concretos y seguros. En sólo un mes se promulgaron las Leyes de Reforma; se nacionalizaron los bienes del Clero; se consumó la separación de la Iglesia y del Estado, clave en la formación del Estado moderno y laico; se concedió el registro civil a las actas de nacimiento, matrimonio y defunción; se secularizan los cementerios y las fiestas públicas; y lo esencial, se promulgó la libertad de cultos, es decir, se eliminó el pensamiento feudal y se pusieron las bases del pensamiento crítico, sin el cual no hay ni puede haber avances en el conocimiento del mundo natural y social. Juárez no concebía la Reforma como un movimiento exclusivamente político, sino como el basamento de un sistema de democracia; para él, el poder tenía el límite de la justicia y no había justicia posible sin ética. Las leyes eran sagradas, porque expresaban la altura máxima de una aspiración moral y de paz colectiva. La base del pensamiento juarista es el concepto de lo ético en la conducta personal del gobernante y en los actos de los órganos gubernativos. Asimismo, el laicismo de Juárez fue decisivo para garantizar la posibilidad de la actualización permanente del conocimiento, la certidumbre de una enseñanza no sujeta a los perjuicios y a la exigencia del sometimiento a un sólo credo, el respeto del Estado a las formas distintas de procesar una fe u abstenerse de hacerlo, la discusión libre de científicos y las libertades artísticas. Hoy, dentro del contexto de una nueva y sana moral política, el reconocimiento al héroe, al ser humano, al Benemérito de las Américas, es compromiso imprescindible. Su valentía, su fuerza social y su determinación de avanzar con pasos concretos y seguros, son una enseñanza para seguir construyendo la tolerancia, proclamar los derechos del hombre, el derecho a la educación, las libertades de expresión y de reunión y el derecho al trabajo. Juárez nos dejó lecciones de honradez, de honorabilidad y de transparencia en el gobierno. Se empeñó en forjar la democracia representativa, el carácter laico de las instituciones públicas y la libertad de credos. Juárez y los liberales de la Reforma construyeron las bases de la República moderna, ya que cuando se es un hombre excepcional se es un hombre universal. Han transcurrido 202 años desde que nació don Benito Juárez García y al escuchar su nombre, los mexicanos y mexicanas lo interpretamos como honor, dignidad, igualdad, tenacidad, así como respeto y orgullo de ser sus compatriotas. Gracias, Padre arriolamonica@hotmail.com

. Bosquejo histórico de la educación pública en México.
La historia moderna de la educación en México, está estrechamente relacionada con la llegada de las ideas liberales que se gestaron en Europa desde el siglo XVIII, y que en nuestro país encontraron unsuelo fértil en el XIX.
Sabemos que el siglo XIX
 marcó para nuestra historia, la lucha entre dos posturas - política, social,económica e ideológicamente contrarias -: el conservadurismo y el liberalismo. Muchos procesosinfluyeron para transformar el México que dejaba atrás la época colonial y se incluía en el conciertode naciones con dirigencia liberal.
Van a ser los primeros gobiernos liberales, resultado del
 proceso independentista, los que crean las instancias encargadas de la educación pública en México. Las leyes liberales de 1883, van a sentar las bases de tal educación: libre, secular y de competencia del Estado.
El primer Ministerio que se encargó de la educación pública fue la Secretaría de Estado y del
 Despacho de Relaciones Exteriores e Interiores - 1821-1836 -; le siguió el Ministerio del Interior, que además del ramo de Instrucción Pública se encargaba de los Negocios Eclesiásticos y de Justicia.
Fue en 1841 que se creo el Ministerio de Instrucción Pública e
 Industria. Dadas las vicisitudes políticas de mediados del siglo XIX, el ramo educativo pasó al Despacho de Relaciones Interiores y Exteriores. En 1856 forma parte del Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia, Negocios Eclesiásticos e Instrucción Pública.
El segundo Imperio 1864 -1867, crea sus propias
 instituciones, la educación estuvo entonces atendida por el Ministerio de Instrucción Pública y Cultos.
Al
 triunfo definitivo del proyecto liberal en 1867, el gobierno de Benito Juárez estructura la Secretaría de Estado y del Despacho de Justicia e Instrucción Pública. Siguiendo el espíritu de las Leyes de Reforma le imprime a la enseñanza pública el carácter de laica, gratuita y obligatoria.
Con este nombre, aunque redefiniendo constantemente sus
 funciones y actividades, este Ministerio se ocupará de la educación en México hasta entrado el siglo XX, (1905).
A pesar de las buenas intenciones, los municipios fueron incapaces de afrontar la problemática educativa y ya para 1919, la educación pública resentía gravemente la falta de una adecuada
 organización: tan sólo en el Distrito Federal, quedaban abiertas 148 de las 344 escuelas existentes en 1917.
Con la llegada de Adolfo de la Huerta al
 poder, se iniciaron los cambios para poner remedio a esta situación.
En primer término, se le otorgó al
 Departamento Universitario la función educativa que tenía el gobierno del Distrito Federal.
Para cumplir con la democratización de la
 administración educativa, y con los postulados del Artículo Tercero Constitucional, era ya necesaria unaacción a nivel nacional, pues no bastaba con sólo declarar la educación gratuita, laica y obligatoria: se necesitaba tomar medidas para realizarla.
El proyecto de crear una Secretaría de Educación Pública Federal, requería de una reforma constitucional; en tanto esto ocurría, asume la rectoría de la
Universidad Nacional, el Licenciado José Vasconcelos Calderón, quien se había revelado como uno de los más firmes partidarios de dar a la educación carácter federal.
Como rector de la
 Universidad y titular del Departamento Universitario, el Lic. Vasconcelos inició la formulación práctica del proyecto, emprendiendo diversas medidas con el objeto de reunir a los distintos niveles educativos; depuró las direcciones de los planteles, inició el reparto de desayunos escolares y llevó a cabo su idea fundamental: que la nueva Secretaría de Educación tuviese una estructura departamental.
Los tres departamentos fundamentales fueron:
·         El Departamento Escolar en el cual se integraron todos los niveles educativos, desde el jardín de infancia, hasta la Universidad.
·         El Departamento de Bibliotecas, con el objeto de garantizar materiales de lectura para apoyar la educación en todos los niveles, y
·         El Departamento de Bellas Artes para coordinar las actividades artísticas complementarias de la educación.
Más adelante se crearon otros departamentos para combatir problemas más específicos, tales como la educación indígena, las campañas de alfabetización, etcétera.
Vasconcelos asumió las tareas educativas desde la perspectiva de la vinculación de la
 escuela con la realidad social; en su discurso de toma de posesión como rector de la Universidad afirmó:
"Al decir educación me refiero a una enseñanza directa de parte de los que saben algo, en favor de los que nada saben; me refiero a una enseñanza que sirva para aumentar la capacidad productiva de cada mano que trabaja, de cada cerebro que piensa [...] Trabajo útil, trabajo productivo, acción noble ypensamiento alto, he allí nuestro propósito [...] Tomemos al campesino bajo nuestra guarda y enseñémosle a centuplicar el monto de su producciónmediante el empleo de mejores útiles y de mejores métodos. Esto es más importante que distraerlos en la conjugación de los verbos, pues la cultura es fruto natural del desarrollo económico [...]"
Con estas ideas, se creó la Secretaría de Educación Pública el 25 de septiembre de 1921 y cuatro días después, se publicó en el Diario Oficial el decreto correspondiente.
El 12 de octubre del mismo año, el Lic. José Vasconcelos Calderón asume la titularidad de la naciente Secretaría. Una nota de
 prensa de la época lo refiere de esta manera:
En sus inicios la actividad de la Secretaría de Educación Pública se caracterizó por su amplitud e intensidad: organización de cursos, apertura de escuelas,
 edición de libros y fundación de bibliotecas; medidas éstas que, en su conjunto, fortalecieron un proyecto educativo nacionalista que recuperaba también las mejores tradiciones de la cultura universal.
En 1921 el número de maestros de educación primaria aumentó de 9,560, en 1919, a 25,312; es decir, se registró un aumento del 164.7 por ciento; existían 35 escuelas preparatorias, 12 de abogados, siete de médicos alópatas, una de médicos homeópatas, cuatro de profesores de obstetricia, una de dentistas, seis de ingenieros, cinco de farmacéuticos, 36 de profesores normalistas, tres de enfermeras, dos de notarios, diez de bellas artes y siete de clérigos.
En materia de enseñanza técnica, Vasconcelos rechaza el pragmatismo de la escuela norteamericana sustentada por Dewey, lo que no significa rechazo al trabajo manual: éste se aprecia pero sin descuidar la necesidad del razonamiento y del conocimiento teórico.
El Lic. Vasconcelos, todavía como titular del Departamento Universitario, creó el primero de marzo de 1921 la
 Dirección General de Educación Técnica.
Desde esta Dirección General se crearon las siguientes instituciones: la Escuela de Ferrocarriles, Escuela de
 Industrias Textiles, Escuela Nacional de Maestros Constructores, Escuela Tecnológica para Maestros, Escuela Técnica de Artes y Oficios, Escuela Nacional de Artes Gráficas, Escuela Técnica de Taquimecanógrafos, Escuela Hogar para Señoritas "Gabriela Mistral".
Además de estas escuelas, existían otras 88 de tipo técnico: mineras, industriales, comerciales y de artes y oficios, 71 de carácter oficial y 17 particulares.
En la política educativa oficial se propuso la ampliación de la infraestructura y extensión de la educación, así como la elevación no sólo de la
 calidad, sino de la especialización.
Sin embargo, a pesar de los avances logrados en el impulso inicial de la Secretaría, la lucha electoral por la sucesión presidencial de 1924, que desembocó en la rebelión delahuertista, y, las presiones norteamericanas plasmadas en los compromisos acordados en las conferencias de Bucareli, limitaron el alcance nacionalista que se pretendía en el proyecto vasconcelista, pues aunque no se abandona el proyecto original, éste se modera.
2. Problemas a los que se enfrenta la educación.
El papel de la sociedad en la educación de un país es de vital importancia para una educación de excelencia. Es de primera necesidad que los padres defamilia se interesen en la educación de sus hijos, pero de una forma coordinada con los encargados de impartir el conocimiento en los planteles públicos de educación. Las relaciones entre los padres de familia y los maestros se han deteriorado de un tiempo a la fecha. Esto puede ser el efecto de muchas y variadas causas, entre las que podemos destacar la difícil situación económica en la que vive el país desde hace mas de veinticinco años. En esta Epoca pareciera que los maestros y lo padres de familia estuvieran enfrentados y que no tuvieran un fin en común. La educación de todo un país. Los padres han modificado la manera de preocuparse por la educación de sus hijos. Anteriormente el padre d familia presionaba a su hijo a estudiar en la casa, se preocupaba por que cumpliera con sus compromisos escolares e inculcaba respeto por la figura del maestro. Ahora parece lo contrario. Se preocupan mas por la forma que el maestro cumple con su función que ver a sus hijos realizar la tarea, se molestan por las cuotas que solicitan los maestros sin darse cuenta que todo ese dinero se utiliza en beneficio de sus hijos; en esto claro hay sus excepciones muy lamentables, pero no se puede juzgar a todo el magisterio por unas cuantas manzanas podridas. Es necesario que la sociedad retome su verdadero papel, preocuparse por sus propios hijos en su casa. Educarlos en la verdad y el respeto por sus maestros y no devaluar la imagen de los educadores frente a sus hijos. Es necesario que padres y maestros luchen unidos por el bien de los ni=F1os y, en consecuencia, del país. El mundo del futuro seria de los pueblos mejor educados y aun estamos a tiempo de ser parte de ese futuro con un papel estelar. No se llega a ningún lado jalando la cuerda hacia ambos lados, es necesario que jalemos todos con el mismo rumbo y de forma coordinada. Es necesario que se delimite la responsabilidad de la educación. Los maestros son responsables en las aulas y los padres son responsables en la casa. En mi opinión, la responsabilidad mayor es la de los padres, pues son el contacto primario de sus hijos con la educación. Además, los niños pasan mas tiempo en casa que en la escuela. Los padres deberían preocuparse mas de como gastan el tiempo sus hijos en casa viendo televisión o jugando videojuegos, que de como trata de educarlos el maestro. Y la responsabilidad del maestro es permanecer constantemente actualizado para brindar una educación de calidad como requiere el país. Una educación que fomente el libre pensamiento, el respeto por las personas y las instituciones, el gusto por la lectura y el amor por México y todo lo que representa el país. El maestro tiene la responsabilidad de ser congruente con lo que enseña y su forma de comportarse, a fin de dar un muy buen ejemplo. En fin, es necesario que nos pongamos la camiseta del país para poder salir adelante. Uniendo esfuerzos por el mejor futuro de nuestro futuro: Los niños de México.
3. Analfabetismo en México
La indiferencia de los mexicanos ante la "literatura de calidad" mantiene inmerso al país en una progresiva "catástrofe silenciosa": el analfabetismo funcional.
El promedio de lectura por habitante en México es de 2,8 libros anuales, y en una lista de 108 naciones elaborada por la UNESCO, ocupa el penúltimo lugar, mientras que Noruega la encabeza, con 47 títulos per capita.
Aun cuando el analfabetismo en nuestro país es parte del problema para acercarse a los libros, existen -según gustos e intereses personales- distintos hábitos de lectura y un fenómeno conocido como "analfabetismo funcional", cuya problemática fue motivo, entre otros, de la creación de la
 Ley para el Fomento a la Lectura y el Libro, publicada el 8 de junio de 2000, en el Diario Oficial de la Federación.
En su momento, los legisladores integrantes de la subcomisión para dictaminar dicha ley, en el contexto de la 57
 Legislatura de la Cámara de Diputados, coincidieron en que "el grave problema del analfabetismo funcional" es parte de esta "catástrofe silenciosa".
Un organismo fantasma .
Destaca, entre las disposiciones de esta legislación, la creación del Consejo Nacional del Fomento a la Lectura y el Libro, órgano de consulta de la Secretaría de Educación Pública (SEP), integrado por 15 miembros, encabezados por un presidente, que es el titular de la SEP, o quien éste designe, y un secretario ejecutivo, responsabilidad que recae en el titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), en este caso Sara Guadalupe Bermúdez.
Entre las funciones de ese consejo de fomento a la lectura están las de "promover el desarrollo de
 sistemas integrales de información sobre el libro, sudistribución, la lectura y los derechos de autor, así como crear una base de datos que contemple: catálogos y directorios colectivos de autores, obras, editoriales, industria gráfica, bibliotecas y librerías mexicanas, disponible para la consulta en red desde cualquier país. Impulsar el incremento y la mejora de la producción editorial nacional que dé respuesta a los requerimientos culturales y educativos del país en condiciones adecuadas de cantidad, calidad, precio y variedad".
Pero el consejo parece ser un órgano fantasma hasta la fecha, pues aun dentro de la propia SEP carecen de información. "Vamos a buscar dónde está ubicado", dijo el viernes pasado Norma Rocío Ortega, directora de Comunicación Social de la institución.
En el documento en que se consigna el decreto para expedir la Ley de Fomento a la Lectura y el Libro, publicado por la Cámara de Diputados, se incluyen las siguientes palabras de Gabriel Zaid: este ordenamiento "es un buen comienzo, y resulta alentador que surja como iniciativa del Poder Legislativo (57 Legislatura), apoyada por todos los partidos. Los libros tienen una importancia desproporcionada a su escaso peso económico en el
producto nacional. Esta desproporción debe aprovecharse. Hay en los libros una oportunidad de grandes beneficios sociales a muy bajo costo. Los libros suben de nivel a las personas y a los países que leen mucho, frente a los que leen poco".
En su exposición de motivos para la expedición de dicha ley, la ex diputada panista Beatriz Zavala Peniche apuntó: "En 1997, de los 93 millones de mexicanos, alrededor de 79 millones no asistieron a una biblioteca el año anterior; de ellos, 39 millones están alfabetizados y se encuentran en plena edad productiva. La consulta del estudiantado a las más de 12 mil bibliotecas del país (según cifras del Instituto Nacional de Estadística Geografía eInformática) es, en promedio, de 20 veces al año. "Aunado a lo anterior, existe un problema grave de rezago educativo: 9.8 por ciento de la poblaciónes analfabeta (cuarto Informe de Gobierno, periodo 1994-2000) y el promedio nacional de escolaridad es de 7,5 años para 1997 (SEP. Programa de Desarrollo Educativo. 1995-2000). En México hay un potencial de sólo 15 millones de lectores, el resto de la gente no lee."
Según el INEGI, subrayó Zavala Peniche, "el índice nacional de analfabetismo simple de los mexicanos mayores de 15 años, fue de 10,6 por ciento; esto significa que el analfabetismo funcional rebasa por mucho esta cifra, lo que refleja sólo una parte de la catástrofe silenciosa".
Población De 6 A 14 Años Por Aptitud Para Leer Y Escribir Y Sexo, 2000
Población de 6 a 14 años
Sabe leer y escribir
Total
Hombres
Mujeres
Total
Hombres
Mujeres
Total
19 700 930
9 971 613
9 729 317
17 195 000
8 655 556
8 539 444

No sabe leer y escribir
No especificado
Total
Hombres
Mujeres
Total
Hombres
Mujeres
2 431 655
1 277 549
1 154 106
74 275
38 508
35 767
Población De 15 Años Y Más Por Condición De Alfabetismo Y Sexo, 2000
Población de 15 años y más
Alfabetas
Total
Hombres
Mujeres
Total
Hombres
Mujeres
Total
62 842 638
30 043 824
32 798 814
56 841 673
27 780 949
29 060 724

Analfabetas
No especificado
Total
Hombres
Mujeres
Total
Hombres
Mujeres
5 942 091
2 233 244
3 708 847
58 874
29 631
29 243

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