domingo, 18 de noviembre de 2012

GUERA CRISTERA



  • la guerra cristera 



La Guerra Cristera en México consistió en una fuerte lucha que duró 3 años entre el Gobierno y la Iglesia, de la cual se prohibió hablar durante mucho tiempo en México y también se tienen muy pocos documentos que hablen de ella.
Después de haber terminado la Guerra de Reforma en 1859 (durante la cual se enfrentaron dos grupos políticos en México: los conservadores que estaban en contra de la Constitución de 1857 contra los liberales) y la intervención Francesa en 1867 los gobernantes de México llevaron a la práctica una serie de medidas que proclamaban la separación entre la Iglesia y el Estado, al igual que disminuyeron el papel social de la primera ya que se sancionaba a los funcionarios que asistían a actos religiosos, se confiscaron todas las propiedades eclesiásticas y abolieron las órdenes monásticas.
Durante la dictadura del general Porfirio Díaz (1876-1910), el conflicto entre la Iglesia y el Estado se calmó un poco. Y durante este tiempo la iglesia aprovechó de realizar en México una "segunda evangelización", desarrollando numerosos movimientos de acción cívica y social que fue hecha por órdenes del Papa León XIII que pretendía renovar la Iglesia.
La Iglesia estaba en plena expansión cuando comenzó la Revolución de México, siendo los primeros tres años de esta favorables para la Iglesia.
En 1910 tras la victoria de Carranza y Obregón se promulga de la nuevaConstitución, la cual establece una política de intolerancia religiosa y privó a la Iglesia de toda personalidad jurídica, entre sus puntos están: la prohibición de los votos religiosos, la prohibición a la Iglesia para poseer bienes raíces. Pero la nueva Constitución fue más lejos, se prohibió el culto público fuera de las dependencias eclesiásticas, a la vez que el Estado decidiría el número de iglesias y de sacerdotes que habría; se negó al clero el derecho de votar, a la prensa religiosa se le prohibió tocar temas relacionados con asuntos públicos, se señaló la educación primaria como laica y secular, y las corporaciones religiosas y los ministros de cultos estarían impedidos para establecer o dirigir escuelas primarias.
Los católicos no ofrecieron una respuesta violenta cuando la Constitución entró en vigor, y se optó por iniciar una lucha pacífica para modificar aquellas partes que les afectaban directamente.



surgimiento
http://www.locutores.com.mx/david/images/Maria_1.jpgLa rebelión cristera se inició en julio de 1926 extendiéndose, entre mediados de 1927 y fines de 1929, por casi toda la república mexicana. No sólo se efectuó en los estados de Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Zacatecas y Querétaro, sino que esta zona fue la de mayor efervescencia y actividad. Se han comprobado más levantamientos en el norte de la república, hasta Bacúm en Sonora, Concepción del oro en Zacatecas y Parras y Saltillo en Coahuila, además por el sur hasta Tapachula en Chiapas.
En el campo se dieron muchas manifestaciones de resistencia, y se conformaron en estados de sitio, es decir, la defensa de las iglesias por centenares de hombres y millares de manifestantes. Por su lado el gobierno tomó los levantamientos como: “una reacción de indios embrutecidos por el clero y sumidos en el fanatismo”.
En Marzo de 1926 el general Ortiz se presentó para detener a los sacerdotes de Valparaíso Zacatecas. En la mañana la población amaneció repleta de gente, armada, “pues habían acordado que si nos llevaba Ortiz se echarían sobre él. Dios no lo permitió”. 
(Diario del padre Arroyo 1 de marzo de 1926 Fondo ARA). 

Esta etapa se caracterizó por la realización de asambleas permanentes, donde el pueblo montaba guardia noche y día, así como grandes manifestaciones, peregrinaciones y procesiones que formaban una especie de insurrección no violenta 
Los choques con el gobierno fueron más frecuentes a lado de las provocaciones puras y simples, todos los actos de las autoridades se sentían como agresiones, cierre de iglesias ejecución de los inventarios, detención a sacerdotes o dirigentes seglares, el desprecio con que el gobierno consideraba las gestiones pacíficas. Se mandaron papeles con peticiones al Presidente Calles, pero fue imposible. La opinión colectiva coincidía en un levantamiento en contra el gobierno.
En Cocula Jalisco los cinco barrios que lo conformaban estaban custodiados por mujeres y hombres que cuidaban los templos. El movimiento se fue gestando lo mismo en Coalcomán (Michoacán), que en Santa María del Valle (Jalisco), Cocula (Jalisco), o en Santiago Bayacora (Durango). 

Expansión
Uno de los hechos más relevantes del inicio del conflicto armado es el ocurrido el 31 de Julio de 1926 en Oaxaca; en ese estado se originó un mitin por la entrega de “la Iglesia de los siete príncipes”. Sucedió cuando los cristeros montaban guardia en la iglesia, con la multitud amotinada, resultaron muertos dos soldados oficiales, el gobierno mando fusilar a muchas personas en respuesta al suceso.
Otro lugar donde se inició el levantamiento fue en el Santuario de la Virgen de Guadalupe, en Guadalajara (3 de agosto), con el rumor, como en Oaxaca, de que el gobierno intervendría la zona. Ante la noticia, la gente se preparó, vigilando todo el pueblo y viviendo en las iglesias. Al llegar un grupo de federales rápidamente se amotinaron contra ellos; más tarde volvieron a la carga con 250 soldados federales fuertemente armados; por su parte la población se defendía con lo que podía, pero el ejército tomó todo el pueblo. Al otro día los detenidos fueron llevados al cuartel, aunque con una derrota, pero con el grito de: “Viva Cristo Rey”. 
Durante agosto, se realizaron seis levantamientos armados en Acatzingo Puebla, y el del estado de Oaxaca cerca de Sayula, con grandes movimientos, pero no muy exitosos, como fueron los sangrientos eventos de Acámbaro y Tlaxiaco, el levantamiento del 2 de agosto de 1926, en Cocula y el del 4 del mismo mes en Sahuayo (Michoacán). http://www.locutores.com.mx/david/images/t_grupo.jpg
El movimiento más importante fue el Valparaíso Zacatecas, cuando el 14 de agosto del 26 por la noche apareció don Pedro Quintanar, personaje de gran importancia en toda la lucha cristera, que en un principio fue el encargado de liberar a un párroco detenido. Así, se sumó a la lucha y ayudó a sus amigos que eran numerosos, pues había sido jefe de las defensas contra Villa. Se preparó el levantamiento que Aurelio Acevedo y sus amigos tenían preparado desde el primero de agosto, ya que el gobierno al saber de la presencia de Qintanar se movilizó más rápido. Se realizó la movilización en Peñitas y Peñas Blancas. Quintanar entraba a combate el 29 de agosto a Huejuquilla el Alto (Jalisco), comenzó así, la primera lucha cristera en forma, quedando como vencedores con el grito ahora triunfante de: ¡Viva Cristo Rey!.

Además de Cocula, el movimiento en el estado de Jalisco, comenzó a ganar terreno con ocho pueblos más: Tlajomulco, Etzatlán, Belen, Refugio, Tepatitlan, Zapotlanejo, Ciudad Guzmán, Chapala, Atengo, Ayutla y Tecolotlán, que respondieron a la lucha con gran valor y entrega. 
Los meses de noviembre y diciembre, se caracterizaron por movimientos tranquilos y el continuo desconocimiento por parte del gobierno, como lo demuestra Vizcaíno en Francisco el Grande: "Ningún problema militar afecta a la república hoy...Hay gavillas...formadas por fanáticos que se han lanzado en aventuras rebeldes". Las medidas del gobierno no servían de nada y sólo provocaba más levantamientos. Y cuando en 20 municipios del estado de Jalisco (20 de 118) había habido levantamientos, entre agosto y diciembre, el general en jefe de la región militar declaraba a la prensa: "no existe problema militar en Jalisco". Era cierto que en en ese estado no ocurrían levantamientos que inquietaran al gobierno salvo en Zacatecas Durango y Guanajuato.
Después de los levantamientos iniciado en julio, el gobierno realizaba cada vez más detenciones a sacerdotes, provocando más levantamientos. Por otro lado, para la gente del pueblo las cosas estaban cada vez más claras, la decisión de Calles siguió en pie hasta que la revolución estalló, levantándose en armas en definitiva contra el gobierno en grupos de católicos organizados y valientes que con el grito de “¡Viva Cristo rey y la Virgen de Guadalupe”!, iniciaron ya en forma la revolución cristera.
El inicio del conflicto armado se desarrolló por diferentes zonas, primero el norte de Jalisco y sus confines con Guanajuato, el occidente y sur, con el golpe del 28 de Diciembre al 9 de enero desde San Gabriel, a los pies del volcán de Colima, llevando el canto de: "Tropas de María, vamos a la guerra", y por úlltimo con más actividad, los Altos de Jalisco. 


El inicio
Ningún levantamiento popular mexicano, en el siglo veinte, puso en lucha a tanta gente, en un espacio tan extenso, en una gama social tan amplia.
En la Cristiada, volvieron a levantarse los antiguos zapatistas y villistas. La guerra cristera como guerra religiosa, tenía como fin la destrucción de los grupos anticatólicos, como constitucionales, orgánicos, reglamentarios. Logrando ese fin, cesaría desde luego el movimiento de defensa armada de los católicos mexicanos, como lo expresó el general Gorostieta del comité ejecutivo de la Liga Defensora de la Libertad Religiosa: "Nuestra fuerza esta constituída por un pequeño ejercito, pobre en armas, riquísimo en virtudes militares, que lucha cada día con más éxito por libertarse de una jauría rabiosa que los esclavizaba, por un pueblo entero que está decidido a conquistar todas las libertades y que tienen puestos sus ojos no en la promesa del episcopado, sino en la obligada transacción a que tiene que someterse el gobierno".
Los cristeros estaban conscientes de que la Nación peligraba y que era necesario salvarla, empezando por la iglesia católica, como Palomar Vizcarra afirmaba: "que era y es, la base de la patria". Al proceder así, no sólo seguían el ejemplo de Iturbide, sino el de los conservadores, el primero dijo: ¨la nación es la patria¨ y Miramón proclamó: ¨La religión es la patria y el que no ame la religión es un traidor ".

Primera cristiada 
...una tarde, a principios de agosto, terminaba la faena del día y después de soltar mi yunta , me puse a considerar que con la ayuda de Dios terminaría el siguiente día de la labor de beneficio y, con ella, las principales, labores del año .Con esta satisfacción baje el potrero:"El Verde", donde sembré y donde permanecía a la vez trabajando, disfrutando el hermoso panorama que a mi vista se ofrecía el plan del Potrero, la hermosa tierra que me vio nacer. Al llegar al Valle me entrevisté inmediatamente con don Félix quien me informó que no siendo posible ni conveniente esperar a que el centro (la liga) iniciase las actividades bélicas, bastaría con poner de acuerdo a los cinco pueblos que abarca la zona, para principiar la defensa armada. Que con tal objeto habría una reunión en Laguna Grande , Mote Escobedo, Zacatecas, a la que debería yo de concurrir llevando la representación del Valle.
La guerra fue una sorpresa inaudita, los ricos y los poderosos, los Caballeros de Colón, entre otros, que financiaban el movimiento, huyeron a Guadalajara y la capital de la república para no volver.
En el caso de los Altos de Jalisco el golpe fue más duro, ya que no tuvo movimientos durante la revolución de 1910. Además, la falta de organización el desplazamiento de los federales fue más fácil. Este dirigido por el general Joaquín Amaro, después el general Ferreira y Cedillo cubriendo la zona norte de Guadalajara y Colima, con enfrentamientos como el de Cuquio, Valle de Guadalupe Jalostotitlán, y San Julián. En este último los cristeros obtuvieron su primera victoria siendo dueños del norte de Jalisco, el sur de Zacatecas, el sur de Durango y Nayarit.
Después de vencer algunas dificultades, valiéndome para ello de amigos y conocidos de Quintanar, logre dar con él en La Mesa de Piedras donde, pasados los saludos y presentaciones de rigor sostuvimos la siguiente plática:
-¿Bueno Muchachos, qué es, pues, lo que ustedes quieren? 
- Sabemos que usted se ha declarado contra el callismo y deseamos ponernos a sus órdenes; pues teniendo algo preparado carecemos de un jefe de prestigio que encabece el movimiento. 
-¿Cuál es el plan que tienen? 
No tenemos ningún plan, sólo sabemos que es necesario defender a la Iglesia de la brutal opresión de Calles, eso es todo.

De agosto del 26 a Julio de 1927, la guerra se limitó a escapar del enemigo, el ejército establecía guarniciones sobre los ejes de circulación ferroviaria y de carreteras, lanzando ataques al vacío, donde se instalaban la administración y escuelas cristeras.(Meyer,1996)
El despliegue de tropas se incrementó en la mitad, la geografía estratégica y la carencia de tropas para reducir una insurrección cambiaron el giro de los acontecimientos, la guerra contra los federales se desarrollo en Colima, Guadalajara, Chilpancingo, y Durango, donde atacaban a pequeñas poblaciones y regresaban a la capital, ya que la zona que atacaban era imposible para instalarse, debido a su naturaleza llana, el ejercito federal contaba con una excelente comunicación férrea pero pocas carreteras, lo que hacia un ataque casi imposible.
Esta deficiencia fue un aliciente para un posible triunfo cristero, con sangrientos enfrentamientos y persecuciones a muertes de sacerdotes, para fines de Julio de 1927 los rebeldes llegaban a 20 mil, surgiendo grandes combatientes como Pedro Quintanar, Trinidad Mora, Prudencio Mendoza, entre muchos más. Gente humilde y de escasos conocimientos en materia militar, pero con gran espíritu de lucha, y como decía Aurelio Acevedo combatiente, de la brigada Quinatar: "¡Quién negara que yo comencé el 26 con veinte hombres y tres armas.
El movimiento fue consolidándose y expandiéndose cada vez más, y en el mes de julio de 1927, La liga Defensora de la Libertad Religiosa, en su afán de ganar más espacio al gobierno, comenzó a buscar un líder que cubriera las expectativas de la guerra. Después del fracaso de algunos como Capistrán Garza, se logró contratar (a sueldo) a Enrique Gorostieta, antiguo Carrancista y excelente soldado de gran fuerza física y calidad intelectual, que decepcionado por el gobierno de Calles se unió a la lucha cristera .
El movimiento se encaminó así, a la ciudad de México y alrededores, (Estado de México y Morelos) en el sur de Guerrero Puebla y Oaxaca. Ya para mediados de 1928 los cristeros no podían ser vencidos, consolidándose como victoriosos por su presencia en toda la república, pero el gobierno con ayuda económica norteamericana aún no cesaba su ataque.
Un hecho que cambió el curso de la guerra, fue el asesinato de Alvaro Obregón por un católico José León Toral, con posibles arreglos gubernamentales que daba un respiro a los cristeros (ídem).
Para Marzo de 1929 los generales Manzo y Escobar, se rebelan ante el gobierno Portes Gil, provocando el nombramiento de Plutarco Elías Calles, antes presidente como secretario de Guerra; su táctica principal, la destrucción de los medios de comunicación, como una amenaza más para los cristeros.
Entre Marzo y Abril de 1929, los cristeros cubrieron la zona oeste de México, Durango, pero no las grandes ciudades que quedaron poco a poco en poder de tropas oficiales. Por su parte Gorostieta tenía que reunir de inmediato a las zonas cristeras de los Altos y la división sur, para así poder tomar el control total. Para el mes de marzo se organizó una campaña anticristera y los federales comenzaron su ataque desde el norte descubriendo por las vías férreas. Como un apoyo inmediato el ejército de Quintanar (de Zacatecas) logró entrar y tomar una importante zona: Chalchichihuites, Murallas y Pueblo Nuevo, en Zacatecas. Los federales fueron envueltos por una ofensiva de gran estilo organizada y coordinada notablemente, que prosiguió victoriosa hasta la paz de Junio de 1929 (Negrete, 1988).
Los cristeros entraban a todas las plazas y organizaban misas de acción de gracias , instalaban autoridades civiles y se apoderaban rápidamente de las armas. .El movimiento su fue instalando en todas las ciudades con Quintanar y Avila y en el sur el general Acevedo que llegó con el regimiento de Valparaíso (ídem).


Segunda cristiada 
¡Nadie nos hará correr de nuestras tierras padrecito!, ni escondernos como criminales, muchos sacerdotes y señores obispos, siempre han estado en contra de nosotros, Hasta nos han tachado de bandoleros. Ahora dígame una cosa ¿a quién le vamos a creer por fin?...
Muy poco se ha dicho y menos aún se ha escrito sobre el movimiento armado que algunos católicos llevaron a cabo durante la década de los treinta, y que se denominó como "La segunda" o Los dos movimientos tienen una ideología política y social diferente, y sólo conservan como factor común los principios morales de la religión católica y como identificador, el grito o pregón de "Viva Cristo Rey" (Malonado, 1988).
Interminable, invencible, condenada a prolongarse a falta de poder ganar una batalla decisiva, la guerra cristera se mantenía dueña de los campos. Y el gobierno por su lado, controlaba las ciudades y vías férreas. Así se dieron los arreglos obra del embajador Morrow , impidiendo la alianza entre los cristeros y Vasconcelos, entre católicos y anticallistas (Meyer,1996).
Perdone otra vuelta mi mala cabeza, padrecito... Pero aunque seamos unos rancheros de lo más cerrados , sabemos dos cosas. Si el Papa, nos quitó el compromiso, nuestros adentros ya nunca lo podrán hacer .No le hace que los demás hayan corrido... Mire , señor cura : en esta sierra acostumbramos cumplir la palabra empeñada a cualquier hombre. Cuanto menos nos vamos a rajar con Dios...
Vasconcelos tenía a su favor, además del apoyo norteamericano con Morrow, el elemento popular urbano , las clases medias políticamente activas, los católicos, las mujeres, ciertos gremios como el ferrocarrilero, y regiones como Veracruz, Tampico y el norte de Torreón y Mazatlán. Poco a poco se fue debilitando política y militarmente la fuerza cristera. Así que era necesario desmovilizar a los luchadores de Cristo, antes de las elecciones presidenciales y concretar la paz con la Iglesia.
Nomás queremos ser como brasas de rescoldo señor cura... ...Brasas de rescoldo cristero... Que aunque sea nosotros guardemos la lumbrita bajo las cenizas .Y nomás en la espera de que soplen buenos vientos y nos arrimen barañas, para que de vuelta se prenda la cristiada en todo México. …Que sea una lumbradona bonita, bonita...
Los soldados comenzaron a celebrar con júbilo, convencidos de haber obtenido la victoria: el culto se había reanudado. La iglesia condenó cualquier tipo de violencia, y amenazó a cualquier cristero que quisiera atentar contra el tratado.
Los arreglos aplicados entre 1929 y 1932, dejaron de serlo con la caída de Pascual Ortiz Rubio. A partir de 1932, comenzó el hostigamiento y persecución religiosa que culminaría hasta 1938, con el Presidente en turno Lázaro Cárdenas, quién decidió que las relación Estado iglesia, continuarían como se había tratado en 1929, y no llevaría a ningún lado un tipo de acuerdo en común (Meyer, 1996).
Pero a pesar de los arreglos, la lucha siguió a pesar de que en todos los diarios de la república se publicaba la entrega de armas de diversos jefes (Reguer, 1996).
Durante el decenio de los treinta, el Estado deseaba asegurar su soberanía.; la Iglesia por su lado, quería recobrar su imagen y su papel tradicional. Sin embargo ya en 1940 el Estado reconoció la importancia del papel de cohesión que realiza la Iglesia dentro de la sociedad mexicana y decidió aprovecharlo para su fortalecimiento. La iglesia logró al fin establecer un modus vivendi con el régimen revolucionario , suavizó las principales divisiones que existían dentro de ella y obtuvo una mayor unidad y control de sus fieles católicos (Blancarte, 1992)
..Ya veo que ustedes están más cerrados que Vázquez y Mora- terminó el padrecito, poniéndose de carrera su abrigo -En vista de que no quieren obedecer, están excomulgados...señores míos (Estrada,1971).

Gobierno del General Álvaro Obregón (1920-1924)



Durante el gobierno del general Álvaro Obregón (1920-1924), las relaciones entre la Iglesia y el nuevo Estado revolucionario estuvieron marcadas por una creciente tensión y la imposibilidad de llegar a un acuerdo que beneficiara a para ambas partes.
Los choques entre los miembros de la CROM, fuerte organización sindical apoyada por el Gobierno, y miembros de la Acción Católica de la Juventud Mexicana (ACJM) se convirtieron en protagonistas de las noticias. Fue hasta enero de 1923, cuando el delegado apostólico del Vaticano, monseñor Ernesto Philipi, acudió a bendecir el Cerro del Cubilete (en Silao, Guanajuato) donde sería puesto el monumento a Cristo Rey. El gobierno del general Obregón interpretó tal acto como un abierto desafío a la autoridad y un ataque a la Constitución y acordó que se aplicara a Philipi la sanción del artículo 33 de la Constitución, obligándosele a abandonar el país.
El Gobierno ordena que sean aplicados los artículos 130, 27 y 3 constitucionales con todas sus consecuencias por lo que entre 1925 y 1926 salen del país 183 sacerdotes extranjeros y son cerrados 74 conventos. Ante esto la Iglesia mexicana decide oponerse activamente al Estado.
Después de la toma de la Presidencia por parte del general Plutarco Elías Calles, las relaciones entre el gobierno y los católicos estuvieron todavía peores, ya que Calles pensaba que un católico no podía ser un buen ciudadano ya que su primera lealtad es con Roma. Calles proponía un nacionalismo nuevo, en el cual los ciudadanos no deberían lealtad a nadie más que al propio Estado.
El gobierno de Calles intentaba crear una iglesia nacional.
El 21 de febrero de 1925, se crea con apoyo de la CROM la Iglesia Católica Apostólica Mexicana (ICAM), encabezada por el sacerdote renegado Joaquín Pérez. Este hecho significaba una división dentro del catolicismo pues la ICAM proponía seguir la misma doctrina católica pero sin relación alguna con el Papa, por lo que quedaba como líder el mismo Pérez en calidad de Patriarca, este grupo se apoderó del templo de la Soledad para establecerse ahí esperando que la gente los apoyara; pero en este intento fallaron ya que la parroquia fue recuperada el día 23 por el pueblo, este hecho de querer dividir por la fuerza a la Iglesia hizo que un gran número de católicos se movilizaran para defender las iglesias.
Así aumentaron las represiones en varias partes del país, por ejemplo en Tabasco el gobernador Tomás Garrido, puso en vigor un decreto que obligaba a los sacerdotes a casarse para poder oficiar, y en Tamaulipas se prohibió oficiar a los sacerdotes extranjeros.
El obispo de Huejutla (Hidalgo), Manríquez y Zárate, hizo una carta donde expresó sus protestas, por lo que fue apresado.
Al ver los ideales de Calles varios grupos de católicos se juntaron para formar la Liga Nacional para la Defensa de la Libertad Religiosa en marzo de 1925, la cual fue dirigida por Miguel Palomar y Vizcarra. Ellos pretendían conseguir la libertad religiosa por medios "constitucionales". Este grupo rápidamente se extendió en el país, sin embargo se declaró ilegal, por lo que tuvieron que trabajar clandestinamente. También se formó un Comité Episcopal a fin de tratar de llegar a un acuerdo con el gobierno.
En los años 1925 y 1926 se intensificó el conflicto, ya que en octubre en Tabasco se prohibió el culto católico, y en Chiapas, Hidalgo, Jalisco y Colima se practicaban castigos a quienes practicaran la religión






I Parte: Gobierno del General Plutarco Elías Calles



El 4 de febrero de 1926 el periodista Ignacio Monroy del periódico El Universal, publicó las declaraciones hechas por el arzobispo de México José Mora y del Río en rechazo al anticlericalismo de la Constitución, esta nota aceleró toda ruptura definitiva entre el Estado y la Iglesia. Esto provocó la detención del arzobispo, mientras en Roma el Papa aconsejaba a los católicos que se abstuvieran de participar en la política. Calles por su parte consideró esta publicación como una ofensa y un reto al gobierno y se ordenó al Congreso reglamentar el artículo 130. Este decreto fue conocido como la Ley Calles que además demandaba la clausura de escuelas religiosas y la expulsión de sacerdotes extranjeros. También se limitaba el número de sacerdotes a uno por cada seis mil habitantes y se ordenaba que aquellos se registraran ante las autoridades municipales, quienes otorgarían su respectiva licencia para ejercer, incluía también delitos relativos a la enseñanza haciendo desaparecer la libertad de enseñanza y el derecho de educar a las personas en la fe.
Ante esto los obispos consideraron que no existían garantías para ejercer su ministerio y emitieron un comunicado avalado por Roma donde se anunciaba que se había decidido suspender los cultos desde el 1 de Agosto de 1926, día que entraría en vigor la Ley de Calles, el pueblo mexicano que era muy católico se congregó en las iglesias un día antes, se dice que se celebraron muchos bautizos, matrimonios, etc. Después se clausuraron numerosos templos, así como capillas particulares, conventos y escuelas religiosas en todo el país. Las casas se convirtieron en oratorios, y el Papa autorizó una liturgia breve para la misa, permitiendo a los sacerdotes celebrar en cualquier lugar y aún sin vestimenta. El Gobierno no quería cerrar las iglesias sino que pretendía que fueran inventariados y custodiados por las juntas de vecinos, lo que no le pareció a los obispos por lo que lanzaron excomunión a quienes participaran para colaborar con este fin.
También en respuesta a la Ley de Calles, se presentó ante el Congreso una demanda de reforma constitucional firmada por dos millones de católicos, pero fue rechazada. Por lo que la Liga anima a las personas a realizar un boicot con contra del Gobierno a fin de presionarlo y quitara la Ley de Calles. El boicot consistía en no pagar impuestos, minimizar el consumo de productos ofrecidos por el Gobierno, no comprar lotería, no utilizar vehículos a fin de no comprar gasolina, etc. Sin embargo el boicot no consiguió sus fines, pero tuvo grandes repercusiones en la vida económica del país.
Ya que se vio que por los medios pacíficos no se podía obtener la destitución de la Ley de Calles, en Enero de 1927 empezó la toma de armas, las primeras guerrillas estuvieron compuestas por campesinos, pero esto fue creciendo y con el grito de "Viva Cristo Rey y Santa María de Guadalupe" fueron conocidos con el nombre de Los Cristeros.




IV Parte: Toma de Armas en defensa de sus derechos



Se multiplicaron los alzamientos: primero en Jalisco, Zacatecas, Guanajuato y Michoacán, luego se sumaron casi la totalidad del centro del país.
La gente al mando de la Liga mandaron preguntar al Comité Episcopal si era lícito la toma de armas en defensa de sus derechos, a lo que les contestaron que si, por como estaban las circunstancias. Así se extendió la lucha por todo el país, pero ninguno de los bandos llegó a tener la victoria ya que se dice que las plazas tomadas por unos eran rescatadas por los otros.
Los principales generales del Ejército Federal en esta guerra fueron Eulogio Ortiz, Espiridión Rodríguez, Saturnino Cedillo (principal movilizador de los agraristas y cacique de San Luis Potosí), Lázaro Cárdenas, Miguel y Maximino Ávila Camacho y Genovevo de la O. A estos dos últimos correspondió la organización militar de Aguascalientes y sus alrededores.
Y por parte de los Cristeros sobresalieron hombres como Pedro Quintanar y Aurelio Acevedo en el norte de Jalisco y sur poniente de Zacatecas; José Velasco en el municipio de Calvillo en Aguascalientes; Carlos Diez de Sollano en el Norte de Guanajuato; Luis Navarro Origel y Jesús Degollado Guízar en Michoacán y sur de Jalisco, respectivamente y Victoriano Ramírez "El Catorce" en Los Altos.
En 1928 hubo elecciones presidenciales resultando reelecto Alvaro Obregón quien se dice ya pensaba en llegar a un acuerdo para finalizar con la guerra, sin embargo fue asesinado por José León Toral. Así los arreglos para obtener la paz se perdieron por un año, y se nombró presidente interino a Emilio Portes Gil.
Luego llegó a México el embajador estadounidense Morrow, que sirvió como intercesor entre el Gobierno mexicano y la Iglesia para terminar el conflicto. Tuvo una entrevista con los desterrados Monseñor Ruiz Flores y Monseñor Pascual Díaz; donde exponía nuevamente la petición de la iglesia frente a la Constitución. Portes Gil declaró que los cultos podrían reiniciarse en el momento en que los sacerdotes así lo dispusieran, siempre y cuando se sujetaran a la ley vigente, que en realidad siempre fue la postura del Gobierno. Ruiz y Flores dijo que sobre esa base no podría negociarse nada, pero ante la insistencia de Morrow cedió. Se pidieron instrucciones a El Vaticano y la respuesta fue pactar una solución pacífica. Morrow tomó las posturas de las partes y redactó finalmente los términos en que se lograrían los arreglos llamados "modus vivendy" que eran: amnistía general para todos los levantados en armas que quisieran rendirse, que se devolvieran las casas curales y episcopales, y que de alguna manera se garantizara la estabilidad de estas devoluciones.
Por otra parte la Liga y los cristeros señalaron los arreglos como indignantes, ya que no se les tomó en cuenta para su realización, y los obispos fueron considerados traidores. Y de 50 000 combatientes, sólo 14,000 entregaron sus armas.
A pesar de haber firmado los acuerdos que acababan con la guerra, esta no llegó para los cristeros, ya que muchos militares a manera de venganza personal mataron a muchos de los amnistiados, y muchos cristeros fueron perseguidos y torturados.
Luego Pascual Díaz fue nombrado arzobispo de México por lo que despertó el descontento de los cristeros y la Liga ya que habían sido obligados a retirarse de su lucha, Díaz por su parte prohibió toda crítica o comentario sobre los arreglos y amenazó con la excomunión a quienes siguieran en armas.
En la capital del país el presidente Portes Gil, en un banquete ofrecido por los masones anunció su triunfo y el sometimiento de la Iglesia católica a la ley sin que la Constitución sufriera alguna modificación.
Después surgieron varios levantamientos en el interior del país a una de esas se le llamó La Segunda (porque se pensaba que sería igual de fuerte que la primera guerra de cristeros), pero ahora uno de los enemigos de esas movilizaciones fue la misma Iglesia a la que consideraron traidora, sin embargo no duraron mucho y fueron sofocadas rápidamente.
Durante mucho tiempo Iglesia y Estado, mantuvieron un profundo silencio con respecto al conflicto, ni tampoco nunca se pensó hacer algún balance de la actuación de ambas partes en el conflicto, algunas personas que vivieron el conflicto señalan que fue porque querían exculparse de su responsabilidad ante las muertes que causaron.
Los años siguientes los boletines parroquiales realizaron severas críticas respecto a la educación que impartía el Estado a través de las escuelas oficiales, muchos curas amenazaban con excomulgar a quienes mandaran a sus hijos a estudiar a escuelas del gobierno, mientras que los padres de familias católicas se les amenazaba con la prisión si mandaban a sus hijos a escuelas parroquiales; por lo que nos podemos dar cuenta que el conflicto entre la iglesia y el estado continuó.
Fue hasta 1988 cuando el presidente Carlos Salinas reanuda las relaciones diplomáticas con el Vaticano pretendiendo dejar atrás las diferencias. Además se hizo una reforma al artículo 130 de la Constitución, y se le otorga personalidad jurídica a la Iglesia, lo que marcó el inicio de una nueva etapa en las relaciones Iglesia-Estado.









l Conflicto Iglesia Estado en México de 1926 a 1929
CONTENIDO
  1. Introducción: Martirio y Testimonio 5 min.
  2. El Conflicto Iglesia-Estado a principios del siglo XX ¿qué hay detrás? 15 min.
  3. Los católicos, protagonistas de su tiempo. 15 min.
  4. Breve resumen de los acontecimientos. 10 min.

Introducción: Martirio y Testimonio

«Dichosos serán ustedes cuando los injurien y los persigan y digan contra ustedes toda clase de calumnias por causa del Hijo del hombre. Alégrense y regocíjense, porque será grande su recompensa en los cielos, pues así persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes». (MATEO 5, 11-12)
Desde que el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros (JUAN 1,14) su palabra y su mensaje ha venido acompañado del mismo signo: persecución.
Jesús murió en la Cruz para salvarnos del pecado. Fue entregado injustamente por nuestras culpas (cf. ISAÍAS 53).
«Ningún siervo es superior a su señor. Igual que me han perseguido a mí los perseguirán a ustedes» (cf. JUAN 16, 20).
Pues el príncipe de este mundo y padre de la mentira, no quiere perder su poderío sobre las almas, por eso ataca con todo su poder a los que predican el Evangelio, porque no son del mundo sino de Cristo (cf. JUAN 16, 18-19).
Y esta verdad, la persecución, fue anunciada por Jesús como el camino por el cual se daría testimonio de su nombre: en el martirio.
«Entonces a ustedes los entregarán a la tortura y los matarán y todos los pueblos los odiarán por causa de mi nombre» (cf. MATEO 24, 9) «Esto será ocasión para que den testimonio» (cf. LUCAS 21,13).
De hecho la palabra «mártir» viene del griego «μαρτυρ» que significa: testigo. Y martirio: testimonio.
Dos mil años de predicación del evangelio han ido acompañados de dos mil años del testimonio de los mártires. México no podía quedarse atrás, el día de hoy vamos a conocer un episodio escondido de nuestra historia, en que, como dijera uno de los protagonistas:
«La democracia para votar contra los césares» necesitó «vestir, no la toga blanca y severa del ciudadano de Roma o de Atenas, sino las vestiduras teñidas de sangre que los mártires saben echar sobre sus espaldas».
Vamos a conocer lo que ha sufrido nuestra Patria por mantenerse fiel a Cristo y por amar a su madre, la Virgen de Guadalupe, conoceremos el ahogamiento espiritual y sistemático de que fue objeto nuestro pueblo.
« ¡Despierta! ¿Por qué duermes, Señor mío? ¡Levántate, no nos rechaces para siempre!…Estamos hundidos en el polvo, con el vientre pegado en tierra» (SALMO 44, 24.26).
Pero también conoceremos el testimonio fiel de un pueblo que por amor a Dios supo derramar su sangre y su ejemplo alentó a todas las naciones que fueron víctimas de la opresión años después.

El Conflicto Iglesia-Estado a principios del siglo XX ¿qué hay detrás?

  1. Un siglo de “desamortizaciones”. 5 min.
  2. Los constituyentes y la constitución. 5 min.
  3. La ley calles y los caciques 5 min.

Un siglo de “desamortizaciones” y conflictos.

Desde la expulsión de los Jesuitas en el s. XVIII hasta antes de la constitución de 1917, los gobiernos mexicanos venían realizando una serie de acciones de despojo tanto de bienes como de derechos a la Iglesia en México, esto se llamó: desamortización.
Parten de la idea falsa de que los bienes de la Iglesia no sirven para nada y se apropian de ellos. Parten de la idea de que la educación que imparte la Iglesia al pueblo son puros prejuicios medievales y se apropian de la educación. Parten de la idea de que las costumbres, fiestas, tradiciones y altares cristianos en nuestro país son supersticiones y los sustituyen por “costumbres”, “fiestas”, “tradiciones” y “altares” al gobierno en turno. Nuestra geografía urbana es testigo de esos hechos.
Para 1917, en diferentes ocasiones y a diferentes tiempos, ya se habían expulsado a los Jesuitas dos veces, a los obispos una vez, ya habían expulsado a los franciscanos, dominicos, agustinos, carmelitas, hermanas de la caridad, etc. Ya se habían suprimido las órdenes monásticas (¿qué es una orden monástica?) y los votos religiosos (¿qué es un voto religioso?).
En diversas ocasiones se habían expulsado a todos los sacerdotes, obispos, religiosos y religiosas extranjeros “porque eran agentes de potencias enemigas”. Se habían apropiado de los patronatos y fondos económicos con los que se sostenían las misiones, escuelas, hospitales, orfanatos, etc.
La universidad había sido cerrada y reabierta más de una vez. Por ley, desde 1957, la Iglesia no tenía nada, todo era del estado y podía poner en venta (como de hecho lo hizo) los templos, seminarios, conventos y monasterios. Las casas de oración y los lugares donde se formaban a los ministros de Dios para atender a las almas estaban en peligro constante.
Muchos templos y conventos fueron transformados en bibliotecas, escuelas, cantinas u oficinas de gobierno. En las áreas rurales, la vida de los pueblos se organizaba alrededor del templo; al lado, la escuela y el hospital sostenidos por la Iglesia y finalmente el régimen agrícola era la propiedad comunal, es decir, que las tierras eran de la comunidad y las tutelaba la Iglesia con un título de propiedad.
En nombre del comercio y la propiedad privada que se puede comprar y vender, a partir de 1857, estas tierras fueron puestas a subasta, dando origen al latifundismo, causa de muchas injusticias que después desembocarían en lo que conocemos como Revolución Mexicana.
Para implantar el liberalismo en México, fue necesario el fusil, la sangre y el golpe de estado; el apoyo económico del país vecino y la cesión de la mitad del territorio. Desde Jefferson hasta Wilson todos los gobernantes de EU hicieron saber al gobierno de México, que si querían su ayuda, debían de debilitar y de ser posible anular el poder y la influencia de la Iglesia católica en México.
El primer paso: los bienes. El segundo: la expulsión. El tercero: la educación.
Y así es que mientras por una parte se clausuraban (por las mismas desamortizaciones y las expulsiones) los colegios religiosos (que eran la mayoría y muchos eran gratuitos), por otra parte, se estaba creando un sistema educativo con orientación distinta: la religión de la ciencia, ahora venimos del mono y la Iglesia es culpable de todo lo malo que existe, lo que existirá y cualquier cosa mala que exista.
Finalmente, las costumbres populares arraigadas durante siglos, también eran un obstáculo para los programas de gobierno, “supersticiones nefastas”, entonces, gradualmente, el año litúrgico, las fiestas de los santos, los patronos de los pueblos, los nombres de las calles y demás, todo ha sido reemplazado por los “santos”, “fiestas” y “patronos” de la nueva religión que proclama con Voltaire: «Écrasez l'Infâme».
Resulta paradójico, cómo en nombre de la nación y de lo mexicano, mientras se expulsan a los sacerdotes extranjeros (sin importar el valor de sus servicios en el País) por otra, se destruían las tradiciones mexicanas, adoptando políticas y formas culturales extranjeras, por una parte se decía apoyar la educación del pueblo y por otra se le despojaba de ella, por una parte se protestaba contra la riqueza y poder de la Iglesia en manos de unos pocos y por otra se dio paso al latifundismo mientras cerraban hospitales, escuelas, orfanatos, asilos, etc.

Los constituyentes y la constitución

La Revolución Mexicana fue la protesta del pueblo oprimido por el hambre, pero también la manipulación del rencor acumulado. Finalmente un grupo supo apoderarse de la revolución para imponer sus dictados.
Durante las sesiones del congreso constituyente este era el espíritu que llevaban los recién apoderados, al menos en materia de religión que es lo que nos interesa por ahora:
«La enseñanza religiosa es la enseñanza de las ideas absurdas que influye sobre los individuos para degenerarlos, no sólo en lo moral, sino también en lo físico» (MÚGICA).
«Si cuerdas faltan para ahorcar tiranos, tripas de frailes tejerán mis manos» (CRAVIOTO).
«La religiones son las más grandes supersticiones y mentiras, de las cuales debe librarse el pueblo» (TERRONES).
«Si pudiéramos devoraríamos a los curas. Yo señores diputados aplaudiré desde mi asiento a todos los presentes que denuncien a los sacerdotes. El cristianismo yo lo llamo una farsa. No cabe duda de que la mujer que se confiesa es una adúltera y cada marido que se lo permite es un alcahuete y consentidor de tale prácticas inmorales» (GONZÁLES GALINDO).
Como muestra basta, ahora veamos el resultado en forma de cuadro para que sea más claro.
Artículo (s)
Acción contra la Iglesia
Excluye a la Iglesia de participar en la educación.
Suprime los votos religiosos y las órdenes religiosas.
6º y 7º
Supresión de la libertad de expresión y de prensa.
24º
Supresión de la libertad del culto.
27º
Supresión de propiedades eclesiásticas, templos, monasterios, colegios, institutos, casas, seminarios, obispados, etc.
130º
En resumen: la Iglesia no existe ni tiene derechos ante la ley.
Ya se puede apreciar la «concordancia» con el sentir del pueblo de sus representantes. El resultado fue una enérgica protesta a la cual se sumó el papa Pío XI.
Más aún, la constitución se celebra el 5 de febrero, haciéndonos olvidar que esta fecha por muchos años fue la del único santo mexicano, gran solemnidad en todo el país.

La ley calles y los caciques

La constitución es letra muerta si no se apoya en reglamentos y códigos legales. En este sentido el odio a la fe de los revolucionarios no se hizo esperar ni en el interior de la república ni en el gobierno federal.

Los caciques:

Cada cacique podía hacer sus propias leyes y normas para su aplicación, el que hizo la persecución con mayor malicia fue Garrido Canabal en el estado de Tabasco; es famoso por imponer a todo el estado el requisito (basado en el artículo 5º constitucional) que los sacerdotes, para poder ejercer, debían ser mayores de 50 años y estar casados. El que faltara a la ley: pena de muerte.
En colima, el número de sacerdotes se redujo, por ley a 20. En Tamaulipas se expulsó a todo el clero extranjero.
En Jalisco se clausura el Seminario Mayor de Ciudad Guzmán y el 31 de marzo de 1925 expulsó a las religiosas reparadoras.

La ley calles:

El 2 de julio de 1926 se publica en el diario oficial de la federación la ley Calles, que eran modificaciones al código penal para hacer efectivos los artículos anticatólicos de la constitución de 1917.
La Ley Calles ordenaba el destierro de sacerdotes extranjeros, contemplando diversas penas en caso de desobediencia, también contemplaba que los templos quedaran desprovistos de sacerdotes “en manos de los fieles” para concentrar a todo el clero en las ciudades. También contemplaba el cierre de los colegios religiosos, etc.
Frente a esta ley, los obispos mexicanos decretaron la suspensión de todo culto como protesta, Calles lo tomó como agresión e hizo añadidos a su ley para prohibir también el culto privado, el uso de imágenes, hacer oración, etc. Agravando las penas.
De este tiempo son los 26 mártires canonizados por S.S. Juan Pablo II en el año 2000, lo que quiere decir que las penas no eran simples multas, sino el destierro, la cárcel, la tortura y la muerte.

Los católicos, protagonistas de su tiempo

  1. La Rerum Novarum, inspiradora de los movimientos sociales católicos en México.
  2. Los obispos.
  3. La ACJM
  4. Anacleto González Flores: El Maestro
  5. La Liga

La Rerum Novarum, inspiradora de los movimientos sociales católicos en México

En 1891 el papa León XIII publica su carta sobre la cuestión obrera, exponiendo el pensamiento dela Iglesia en materia social y apuntando el inicio formal de lo que después se llamaría Doctrina Social de la Iglesia.
Este documento tuvo un gran impacto en México, y es así que bajo sus auspicios se fundan sindicatos, círculos obreros, círculos de estudios, organizaciones campesinas, organizaciones de promoción de la mujer, de defensa del trabajo, cooperativas, etc.
En estos lugares se estudiaba la doctrina de la Iglesia y se hacía conciencia de los derechos que cada quien tenía como ciudadano y se les invitaba a ser protagonistas de la vida pública del país desde sus condiciones y guiados por el pensamiento cristiano.
Es así que en México cobra una gran fuerza el ideal de Cristo Rey, Cristo Rey de las almas, de la sociedad, de la escuela, del trabajo, de la cultura, del parlamento, de México.

Los Obispos

El comportamiento de los obispos mexicanos en esta época fue ejemplar. Pues se mantuvieron fieles a la fe a pesar de la persecución y del destierro, protestaron con firmeza contra las leyes opresoras y apoyaron todo movimiento pacífico que buscara remediar la situación.

La ACJM

Fundada por el sacerdote jesuita Bernardo Bergoend SJ, es una de las ramas de la Acción Católica; su orientación fue formar a la juventud y estaba inspirada en los documentos sociales de la Iglesia, como la Rerum Novarum.
Esta asociación formaba a los jóvenes en una perspectiva integral, tomando como centro a Cristo Rey y el amor a la Virgen de Guadalupe y después de esto, la formación se proyectaba a otras áreas, como el estudio, la oratoria, el trabajo, etc.
Esta agrupación aportó un buen número de mártires y combatientes de la causa de Cristo Rey en México, principalmente en Jalisco debido a su promotor y dirigente: Anacleto González Flores.

Anacleto González Flores: «El Maestro»

«Bajo el aliento de la osadía…no nos parecerán ni altas ni sagradas ni inviolables las murallas de todos los dominios a donde queremos llevar la púrpura victoriosa de Cristo; y, con un acto permanente de presencia en la mitad de las batallas del pensamiento, de la palabra, de la prensa, del libro, de la cátedra, de las escuelas, de la política, de la organización y de la totalidad de la vida…, llegaremos a ser reyes, no para nosotros, no para nuestra vanidad ni para nuestros planes personales; sino para que reine Cristo sobre las montañas y sobre los tejados».
Quizá el más representativo de esta idea sea el autor de la misma frase, el Maistro Cleto, como le decían, fue esto: pensamiento, convicción, palabra, acción, unidad, arrojo, formación, libro, fundador y mártir. Sus palabras eran expresión de su pensamiento y sus obras la verdad de sus palabras.
Nacido en TepatitlánJalel 13 de julio de 1889 bajo condiciones muy humildes, se entregó al estudio y al trabajo, sobre sí mismo edificó el carácter del cristiano e invitó a otros a hacer lo mismo no importando las dificultades.
Comenzó su obra educativa en los círculos de estudio y oratoria de Jalisco que él fundó, luego fundó en el mismo estado la ACJM y le dio gran fuerza y formación. Finalmente la Unión Popular, que agrupaba a todas las clases sociales, desde el rico al campesino.
Publicó en un periódico que él mismo fundó y en el cual escribía muchos artículos; ensayista y orador, formador de escritores y oradores, de hombres y mujeres íntegros y valientes. Escribió varios libros, el más importante fue para formar a la juventud: Tú Serás Rey.
Se opuso a toda forma de violencia y en su lugar proponía la organización, la unidad y el sacrificio de todos, de donde se ganara el sobrenombre de «el Mahama». Con sus agrupaciones y su formación estaba formando todo un cuerpo, una generación que primero en la etapa pacífica provocó la renuncia del gobernador de Jalisco y posteriormente en la etapa armada aportaría un gran número de soldados y mártires a la causa de Cristo Rey.
Se viene el levantamiento armado, se opone, pero para guardar la unidad y después de una seria reflexión personal, decide participar; lejos de empuñar las armas, decide organizar a los combatientes.
Es capturado finalmente; es torturado junto con dos compañeros, a la hora de fusilarlo, les habla con tales términos a los soldados que se rehúsan a matarlo y tienen que ser reemplazados. Sus últimas palabras fueron: «Por segunda vez oigan las Américas este grito: yo muero pero Dios no muere ¡Viva Cristo Rey!».

La Liga

La Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa (LNDLR) mejor conocida por La Liga fue una agrupación que aglutinaba a todas las agrupaciones católicas en México que quisieran defender la libertad religiosa en nuestro país.
Sus principales acciones eran el Boycott, las protestas y la junta de firmas. Con estos actos se pretendía presionar al gobierno a que cesara las hostilidades a la Iglesia y al pueblo y a que retirara sus leyes persecutorias.
El boycott consistía en renunciar al consumo de cosas superfluas hasta lo mínimo indispensable, debido a que las empresas apoyaban al gobierno. Con esto se esperaba debilitar económicamente a Calles y que cediera en sus pretensiones.
Las protestas consistían en mítines y actos públicos, prensa y carteles, volantes, etc. manifestando inconformidad con las leyes persecutorias; estos actos fueron violentamente reprimidos y los organizadores fueron encarcelados varias veces.
Como último recurso se reunieron firmas para llevarlas al congreso, en total fueron 2 millones (en un país de 15 con la mayoría analfabeta) y la respuesta fue la burla por parte de Calles y los congresistas.
Cuando surgieron los levantamientos armados en las áreas rurales, la Liga se encargó de unificarlos y de proveerles información, suministros y armas.
Después de los “arreglos” fueron asesinados la mayoría de los jefes de la Liga.

Breve resumen de los acontecimientos

Fecha
Acontecimiento
1917
Constitución anticatólica en país católico.
1926
Ley Calles: Persecución intolerable.
31 Julio 26
Suspensión del culto público.
Agosto-octubre 26
Boicot y firmas (2 millones) al congreso. «Caballeros les quedan dos caminos: las urnas o las armas y en ambas estamos preparados» (Calles).
Jul 26
Primeros levantamientos mal coordinados.
Jul 26-Dic 26
Incubación del movimiento armado
Desde Enero 27
Explosión del movimiento armado: generalización
1º Abril 27
Tortura y martirio de Anacleto González Flores
Jun 27
Gral. Enrique Gorostieta Jefe del Ejército Libertador (cristeros)
Jun 27-Jul 28
Consolidación de las posiciones del movimiento armado.
13 Nov 27
Intento fallido del tiranicidio a Obregón
23 nov 27
Martirio del p. Miguel Agustín Pro SJ El Mártir Alegre.
17 Jul 28
Muerte de Obregón
Ago 28-Ene29
Prolongación del conflicto: el gobierno se percata de que no podrá vencer militarmente a los alzados.
Mar 29-Jun 29
Apogeo del movimiento armado.
1 Jun 29
Muere el Gral. E. Gorostieta y lo sustituye Jesús Degollado Guízar.
27 Jun 29
Licenciamiento: se producen los llamados «arreglos» entre una fracción del episcopado mexicano y el gobierno.
A partir de Jun 29
Asesinato de la mayoría de los jefes cristeros por parte del gobierno.
Los arreglos consistieron en que se dejaban de aplicar las leyes persecutorias a cambio de que los cristeros depusieran las armas.
El 27 de Junio de 1929 el presidente Emilio Portes Gil pronunciaba un discurso que entre otras cosas decía:
«Mientras el clero fue rebelde a las Instituciones y a las Leyes, el Gobierno de la República estuvo en el deber de combatirlo... Ahora, queridos hermanos, el clero ha reconocido plenamente al Estado. Y ha declarado sin tapujos: que se somete estrictamente a las Leyes (aplausos). Y yo no podía negar a los católicos el derecho que tienen de someterse a las Leyes... La lucha no se inicia, la lucha es eterna. La lucha se inició hace veinte siglos. De suerte, pues, que no hay que espantarse: lo que debemos hacer es estar en nuestro nuevo puesto, no caer en el vicio en que cayeron los gobiernos anteriores... que tolerancia tras tolerancia, y contemplación tras contemplación, los condujo a la anulación absoluta de nuestra legislación. Lo que hay que hacer, pues es estar vigilantes. Los gobernantes y los funcionarios públicos, celosos de cumplir la ley y de hacer que se cumpla».
¿Cuál ley? Los artículos persecutorios; es desde entonces que la persecución ha entrado en una fase pacífica pues se permite el uso de los templos, mientras que desde la educación y la vida pública se va despojando al país de sus valores cristianos; hasta lograr la ruptura entre la fe y la vida que se llama: secularización.
El Papa Juan Pablo II ha puesto como remedio a este mal, la congruencia cristiana hasta el martirioy ello significa llevar la púrpura de Cristo al centro de las batallas del pensamiento, de la palabra, de la prensa, del libro, de la cátedra, de las escuelas, de las leyes, de la política, de la ciencia y de la acción.

Bibliografía

Anoto la siguiente bibliografía para el que quiera profundizar más sobre el tema, respecto a las calles, fiestas, templos expropiados, etc, todavía no existe documentación suficiente, deberá darse un paseo el interesado; recomiendo, en la Ciudad de México, el Hemiciclo a Juárez y en frente tendrán un templo (el ex-convento de la piedad) al que le fue quitada la cruz y el campanario y le fueron borradas las imágenes de los santos y fue transformado en biblioteca; venga el que quiera a verlo.
Ahora si la bibliografía:
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (1992 o sea antes de la reformaran).
Cuevas, Mariano; Historia de la Nación Mexicana.
Cuevas, Mariano; Historia de la Iglesia en México.
Fuentes Mares, José; Poinsett historia de una gran intriga.
Fuentes Mares, José; Juárez, los Estados Unidos y Europa.
Fuentes Mares, José; Juárez, el imperio y la república.
García Gutiérrez, Jesús; Acción anticatólica en México.
López Beltrán, Lauro; La persecución religiosa en México.
Meyer, Jean; La Cristiada (3 vols)
Meyer, Jean; Tierra de Cristeros
Schlarman, Joseph; México, Tierra de Volcanes
El resto pueden sacarlo del Archivo General de la Naci

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