Benito Juárez vivió una de las épocas más importantes
de México, considerada por muchos historiadores como la consolidación de la
nación como República. Juárez siempre defendió la igualdad, la libertad, la
legalidad y la democracia. Legisló para que la educación de las y los mexicanos
fuera gratuita, obligatoria y laica, y posteriormente fundó la Escuela Nacional
Preparatoria, con el objetivo de eliminar la educación religiosa, para basarla
en la ciencia. Asimismo, el laicismo de Juárez fue decisivo para garantizar la
posibilidad de la actualización permanente del conocimiento, la certidumbre de
una enseñanza no sujeta a los perjuicios y a la exigencia del sometimiento a un
sólo credo, el respeto del Estado a las formas distintas de procesar una fe u
abstenerse de hacerlo, la discusión libre de científicos y las libertades
artísticas.
Al triunfo definitivo del proyecto liberal en 1867, el
gobierno de Benito Juárez instaura la República y se dio a la tarea de
reorganizar al país. La preocupación central era desarrollar una sabia
administración. Mostró un gran interés por la educación, la cual tuvo grandes
aportaciones de los liberales triunfadores que buscaron establecer un control
sobre ella y considerarla como un vehículo para la transmisión de la filosofía
del nuevo Estado mexicano. Por ello, es que muchos historiadores consideran que
es este momento cuando puede hablarse del establecimiento de la educación
pública en México.
El gobierno de Juárez se propuso convertir a la educación
en una función pública, para lo cual encargo al Ministro de Justicia e
Instrucción Pública, Antonio Martínez de Castro, que formulara el plan de
educación que hiciera realidad ese propósito. Martínez de Castro integró una
comisión para que estudiara el problema educativo; en ella figuraba de manera
prominente Gabino Barreda, que fue por algún tiempo el principal representante
del positivismo en nuestro país. A los pocos meses, la comisión entrego el
documento que se publicó el 2 de diciembre de 1867 con el nombre de Ley
Orgánica de Instrucción Pública para el Distrito Federal y territorios, que
buscaba la reorganización de la educación nacional (Solana, et. al., 1982).
Derivado de ello, se estructuró la Secretaría de Estado y del Despacho de Justicia
e Instrucción Pública que siguiendo el espíritu de las Leyes de Reforma le
imprime a la enseñanza pública el carácter de laica, gratuita y obligatoria. De
esta forma los principios del liberalismo pudieron ser incorporados en una
política educativa, una teoría pedagógica y un sistema de educación pública con
perfiles bien definidos. Dos años más tarde, el 15 de mayo de 1869, el gobierno
de Juárez expidió una nueva Ley de Instrucción Pública, en ella se mantuvieron
la obligatoriedad y gratuidad de la enseñanza primaria, pero se suprimió la
enseñanza de la religión, adquiriendo la enseñanza elemental las
características de obligatoria, gratuita y laica que conserva hasta nuestros
días.
En ese tiempo, las normas jurídicas que habían
intentado organizar la educación no habían tenido éxito, además de que existían
confusiones severas respecto a algunos principios como la libertad de
enseñanza, la gratuidad, la obligatoriedad y, desde luego, el laicismo
educativo. Lo anterior, a partir de la restauración de la República, llevó a
una pugna entre el bando liberal y los positivistas. Mientras los liberales
consideraban a la libertad de enseñanza como garantía de progreso para el país,
los positivistas pensaban que ese principio negaba la libertad. Los liberales
consideraban que la obligatoriedad atacaba la libertad y los positivistas eran
partidarios de ella pues afirmaban que haría posible preservar la libertad. A
pesar de que ambos grupos aceptaban la enseñanza laica, los liberales afirmaban
que no debe someterse a discusión ningún principio religioso o político; los
positivistas se pronunciaban por una educación orientada a destruir cualquier
prejuicio.
Como consecuencia de la Ley Orgánica de Instrucción
Pública de 1867 y de la de 1869 que tuvieron vigencia solo en el Distrito
Federal, los Estados federativos legislaron muy pronto en materia de
instrucción tomando como modelo estas leyes, lo cual se tradujo en mayor
atención de los gobiernos locales para el proyecto educativo y en un
despertamiento del interés y la actividad de los maestros por superar su
preparación profesional y su trabajo docente. De igual manera, aparecen en la
misma época, influyendo en la vida educativa del país, los primeros ensayos
teoréticos de pedagogía, como reflexiones científicas acerca de la naturaleza y
método de la educación (Castillo, 2007).
Benito Juárez y la
importancia de la educación
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2008-03-18 | Hora de creación: 00:00:00 | Ultima modificación: 06:59:24
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Uno de los grandes hombres que trabajó para hacer de
México una nación libre, prospera e independiente fue don Benito Juárez
García, Benemérito de las Américas. Estimado lector, lectora, Juárez siempre
defendió la igualdad, la libertad, la legalidad y la democracia, y por eso
hoy debemos estar orgullosos y festejar el legado que nos dejó: la educación.
Benito Juárez legisló para que la educación de las y los mexicanos fuera
gratuita, obligatoria y laica, y posteriormente fundó la Escuela Nacional Preparatoria,
con el objetivo de eliminar la educación religiosa, para basarla en la
ciencia. El ingreso a dicha escuela era libre, es decir, para cualquier clase social.
Juárez fue el primerpresidente indígena de nuestro país, ilustre estadista, innovador
de los derechos de las mujeres y preocupado por la educación, al respecto
aseguró: “La instrucción es la base de la prosperidad de un pueblo, a la vez
que es el medio más seguro de hacer imposibles los abusos del poder”. La importancia de la
educación para una nación libre, democrática e independiente, consiste en
que, a través de ella, todas y todos tenemos una mayor posibilidad de tomar
una decisión acertada a la hora de elegir, ya que se pueden tomar en cuenta
más elementos dentro del análisis, es decir con educación tendremos
ciudadanos más libres. Así, para Juárez, su orfandad, los sufrimientos, las
carencias, la diferencia del idioma y principalmente su origen, lo hicieron un hombre decidido a luchar
por la igualdad de los derechos de todos los mexicanos, incluyendo el de las
mujeres, de quienes afirmó: “Formar a la mujer con todas las recomendaciones
que exige su elevada misión, es formar el germen de regeneración y
mejoramiento social. Por eso deberemos tener especial cuidado en saber educar
a la mujer. Jamás deberemos descuidar este principio, pues de él depende, en
gran parte, con el mejoramiento de nuestro pueblo, su felicidad”. El programa
liberal muestra su sagacidad, su valentía, su fuerza social, su determinación
de avanzar con pasos concretos y seguros. En sólo un mes se promulgaron las
Leyes de Reforma; se nacionalizaron los bienes del Clero; se consumó la
separación de la Iglesia y del Estado, clave en la formación del Estado
moderno y laico; se concedió el registro civil a las actas de nacimiento,
matrimonio y defunción; se secularizan los cementerios y las fiestas
públicas; y lo esencial, se promulgó la libertad de cultos, es decir, se
eliminó el pensamiento feudal y se pusieron las bases del pensamiento
crítico, sin el cual no hay ni puede haber avances en el conocimiento del
mundo natural y social. Juárez no concebía la Reforma como un movimiento
exclusivamente político, sino como el basamento de un sistema de democracia;
para él, el poder tenía el límite de la justicia y no había justicia posible
sin ética. Las leyes eran sagradas, porque expresaban la altura máxima de una
aspiración moral y de paz colectiva. La base del pensamiento juarista es el
concepto de lo ético en la conducta personal del gobernante y en los actos de
los órganos gubernativos. Asimismo, el laicismo de Juárez fue decisivo para
garantizar la posibilidad de la actualización permanente del conocimiento, la
certidumbre de una enseñanza no sujeta a los perjuicios y a la exigencia del
sometimiento a un sólo credo, el respeto del Estado a las formas distintas de
procesar una fe u abstenerse de hacerlo, la discusión libre de científicos y
las libertades artísticas. Hoy, dentro del contexto de una nueva y sana moral
política, el reconocimiento al héroe, al ser humano, al Benemérito de las
Américas, es compromiso imprescindible. Su valentía, su fuerza social y su
determinación de avanzar con pasos concretos y seguros, son una enseñanza
para seguir construyendo la tolerancia, proclamar los derechos del hombre, el
derecho a la educación, las libertades de expresión y de reunión y el derecho
al trabajo. Juárez nos dejó lecciones de honradez, de honorabilidad y de
transparencia en el gobierno. Se empeñó en forjar la democracia
representativa, el carácter laico de las instituciones públicas y la libertad
de credos. Juárez y los liberales de la Reforma construyeron las bases de la
República moderna, ya que cuando se es un hombre excepcional se es un hombre
universal. Han transcurrido 202 años desde que nació don Benito Juárez García
y al escuchar su nombre, los mexicanos y mexicanas lo interpretamos como
honor, dignidad, igualdad, tenacidad, así como respeto y orgullo de ser sus
compatriotas. Gracias, Padre arriolamonica@hotmail.com
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La historia moderna de la educación en México, está
estrechamente relacionada con la llegada de las ideas liberales que se gestaron
en Europa desde el siglo XVIII, y que
en nuestro país encontraron unsuelo fértil en el XIX.
Sabemos que el siglo XIX marcó para nuestra historia, la lucha entre dos posturas - política, social,económica e ideológicamente contrarias -: el conservadurismo y el liberalismo. Muchos procesosinfluyeron para transformar el México que dejaba atrás la época colonial y se incluía en el conciertode naciones con dirigencia liberal.
Van a ser los primeros gobiernos liberales, resultado del proceso independentista, los que crean las instancias encargadas de la educación pública en México. Las leyes liberales de 1883, van a sentar las bases de tal educación: libre, secular y de competencia del Estado.
El primer Ministerio que se encargó de la educación pública fue la Secretaría de Estado y del Despacho de Relaciones Exteriores e Interiores - 1821-1836 -; le siguió el Ministerio del Interior, que además del ramo de Instrucción Pública se encargaba de los Negocios Eclesiásticos y de Justicia.
Fue en 1841 que se creo el Ministerio de Instrucción Pública e Industria. Dadas las vicisitudes políticas de mediados del siglo XIX, el ramo educativo pasó al Despacho de Relaciones Interiores y Exteriores. En 1856 forma parte del Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia, Negocios Eclesiásticos e Instrucción Pública.
El segundo Imperio 1864 -1867, crea sus propias instituciones, la educación estuvo entonces atendida por el Ministerio de Instrucción Pública y Cultos.
Al triunfo definitivo del proyecto liberal en 1867, el gobierno de Benito Juárez estructura la Secretaría de Estado y del Despacho de Justicia e Instrucción Pública. Siguiendo el espíritu de las Leyes de Reforma le imprime a la enseñanza pública el carácter de laica, gratuita y obligatoria.
Con este nombre, aunque redefiniendo constantemente sus funciones y actividades, este Ministerio se ocupará de la educación en México hasta entrado el siglo XX, (1905).
A pesar de las buenas intenciones, los municipios fueron incapaces de afrontar la problemática educativa y ya para 1919, la educación pública resentía gravemente la falta de una adecuada organización: tan sólo en el Distrito Federal, quedaban abiertas 148 de las 344 escuelas existentes en 1917.
Con la llegada de Adolfo de la Huerta al poder, se iniciaron los cambios para poner remedio a esta situación.
En primer término, se le otorgó al Departamento Universitario la función educativa que tenía el gobierno del Distrito Federal.
Para cumplir con la democratización de la administración educativa, y con los postulados del Artículo Tercero Constitucional, era ya necesaria unaacción a nivel nacional, pues no bastaba con sólo declarar la educación gratuita, laica y obligatoria: se necesitaba tomar medidas para realizarla.
El proyecto de crear una Secretaría de Educación Pública Federal, requería de una reforma constitucional; en tanto esto ocurría, asume la rectoría de laUniversidad Nacional, el Licenciado José Vasconcelos Calderón, quien se había revelado como uno de los más firmes partidarios de dar a la educación carácter federal.
Como rector de la Universidad y titular del Departamento Universitario, el Lic. Vasconcelos inició la formulación práctica del proyecto, emprendiendo diversas medidas con el objeto de reunir a los distintos niveles educativos; depuró las direcciones de los planteles, inició el reparto de desayunos escolares y llevó a cabo su idea fundamental: que la nueva Secretaría de Educación tuviese una estructura departamental.
Sabemos que el siglo XIX marcó para nuestra historia, la lucha entre dos posturas - política, social,económica e ideológicamente contrarias -: el conservadurismo y el liberalismo. Muchos procesosinfluyeron para transformar el México que dejaba atrás la época colonial y se incluía en el conciertode naciones con dirigencia liberal.
Van a ser los primeros gobiernos liberales, resultado del proceso independentista, los que crean las instancias encargadas de la educación pública en México. Las leyes liberales de 1883, van a sentar las bases de tal educación: libre, secular y de competencia del Estado.
El primer Ministerio que se encargó de la educación pública fue la Secretaría de Estado y del Despacho de Relaciones Exteriores e Interiores - 1821-1836 -; le siguió el Ministerio del Interior, que además del ramo de Instrucción Pública se encargaba de los Negocios Eclesiásticos y de Justicia.
Fue en 1841 que se creo el Ministerio de Instrucción Pública e Industria. Dadas las vicisitudes políticas de mediados del siglo XIX, el ramo educativo pasó al Despacho de Relaciones Interiores y Exteriores. En 1856 forma parte del Ministerio de Relaciones Interiores, Justicia, Negocios Eclesiásticos e Instrucción Pública.
El segundo Imperio 1864 -1867, crea sus propias instituciones, la educación estuvo entonces atendida por el Ministerio de Instrucción Pública y Cultos.
Al triunfo definitivo del proyecto liberal en 1867, el gobierno de Benito Juárez estructura la Secretaría de Estado y del Despacho de Justicia e Instrucción Pública. Siguiendo el espíritu de las Leyes de Reforma le imprime a la enseñanza pública el carácter de laica, gratuita y obligatoria.
Con este nombre, aunque redefiniendo constantemente sus funciones y actividades, este Ministerio se ocupará de la educación en México hasta entrado el siglo XX, (1905).
A pesar de las buenas intenciones, los municipios fueron incapaces de afrontar la problemática educativa y ya para 1919, la educación pública resentía gravemente la falta de una adecuada organización: tan sólo en el Distrito Federal, quedaban abiertas 148 de las 344 escuelas existentes en 1917.
Con la llegada de Adolfo de la Huerta al poder, se iniciaron los cambios para poner remedio a esta situación.
En primer término, se le otorgó al Departamento Universitario la función educativa que tenía el gobierno del Distrito Federal.
Para cumplir con la democratización de la administración educativa, y con los postulados del Artículo Tercero Constitucional, era ya necesaria unaacción a nivel nacional, pues no bastaba con sólo declarar la educación gratuita, laica y obligatoria: se necesitaba tomar medidas para realizarla.
El proyecto de crear una Secretaría de Educación Pública Federal, requería de una reforma constitucional; en tanto esto ocurría, asume la rectoría de laUniversidad Nacional, el Licenciado José Vasconcelos Calderón, quien se había revelado como uno de los más firmes partidarios de dar a la educación carácter federal.
Como rector de la Universidad y titular del Departamento Universitario, el Lic. Vasconcelos inició la formulación práctica del proyecto, emprendiendo diversas medidas con el objeto de reunir a los distintos niveles educativos; depuró las direcciones de los planteles, inició el reparto de desayunos escolares y llevó a cabo su idea fundamental: que la nueva Secretaría de Educación tuviese una estructura departamental.
Los tres departamentos
fundamentales fueron:
·
El
Departamento Escolar en el cual se integraron todos los niveles educativos,
desde el jardín de infancia, hasta la Universidad.
·
El
Departamento de Bibliotecas, con el objeto de
garantizar materiales de lectura para apoyar la educación en
todos los niveles, y
·
El
Departamento de Bellas Artes para coordinar las
actividades artísticas complementarias de la educación.
Más adelante se crearon
otros departamentos para combatir problemas más específicos, tales como
la educación indígena, las campañas de alfabetización, etcétera.
Vasconcelos asumió las tareas educativas desde la perspectiva de la vinculación de la escuela con la realidad social; en su discurso de toma de posesión como rector de la Universidad afirmó:
Vasconcelos asumió las tareas educativas desde la perspectiva de la vinculación de la escuela con la realidad social; en su discurso de toma de posesión como rector de la Universidad afirmó:
"Al decir educación me
refiero a una enseñanza directa de parte de los que saben algo, en favor de los
que nada saben; me refiero a una enseñanza que sirva para aumentar la capacidad
productiva de cada mano que trabaja, de cada cerebro que piensa [...] Trabajo útil, trabajo productivo,
acción noble ypensamiento alto, he allí nuestro
propósito [...] Tomemos al campesino bajo nuestra guarda y
enseñémosle a centuplicar el monto de su producciónmediante
el empleo de mejores útiles y de
mejores métodos. Esto es más importante que
distraerlos en la conjugación de los verbos, pues la cultura es fruto natural del desarrollo económico [...]"
Con estas ideas, se creó la Secretaría de Educación Pública el 25 de septiembre de 1921 y cuatro días después, se publicó en el Diario Oficial el decreto correspondiente.
El 12 de octubre del mismo año, el Lic. José Vasconcelos Calderón asume la titularidad de la naciente Secretaría. Una nota de prensa de la época lo refiere de esta manera:
En sus inicios la actividad de la Secretaría de Educación Pública se caracterizó por su amplitud e intensidad: organización de cursos, apertura de escuelas, edición de libros y fundación de bibliotecas; medidas éstas que, en su conjunto, fortalecieron un proyecto educativo nacionalista que recuperaba también las mejores tradiciones de la cultura universal.
En 1921 el número de maestros de educación primaria aumentó de 9,560, en 1919, a 25,312; es decir, se registró un aumento del 164.7 por ciento; existían 35 escuelas preparatorias, 12 de abogados, siete de médicos alópatas, una de médicos homeópatas, cuatro de profesores de obstetricia, una de dentistas, seis de ingenieros, cinco de farmacéuticos, 36 de profesores normalistas, tres de enfermeras, dos de notarios, diez de bellas artes y siete de clérigos.
Con estas ideas, se creó la Secretaría de Educación Pública el 25 de septiembre de 1921 y cuatro días después, se publicó en el Diario Oficial el decreto correspondiente.
El 12 de octubre del mismo año, el Lic. José Vasconcelos Calderón asume la titularidad de la naciente Secretaría. Una nota de prensa de la época lo refiere de esta manera:
En sus inicios la actividad de la Secretaría de Educación Pública se caracterizó por su amplitud e intensidad: organización de cursos, apertura de escuelas, edición de libros y fundación de bibliotecas; medidas éstas que, en su conjunto, fortalecieron un proyecto educativo nacionalista que recuperaba también las mejores tradiciones de la cultura universal.
En 1921 el número de maestros de educación primaria aumentó de 9,560, en 1919, a 25,312; es decir, se registró un aumento del 164.7 por ciento; existían 35 escuelas preparatorias, 12 de abogados, siete de médicos alópatas, una de médicos homeópatas, cuatro de profesores de obstetricia, una de dentistas, seis de ingenieros, cinco de farmacéuticos, 36 de profesores normalistas, tres de enfermeras, dos de notarios, diez de bellas artes y siete de clérigos.
En materia de enseñanza técnica,
Vasconcelos rechaza el pragmatismo de la escuela norteamericana
sustentada por Dewey, lo que no significa rechazo al trabajo manual: éste se aprecia pero sin
descuidar la necesidad del razonamiento y del conocimiento teórico.
El Lic. Vasconcelos, todavía como titular del Departamento Universitario, creó el primero de marzo de 1921 la Dirección General de Educación Técnica.
Desde esta Dirección General se crearon las siguientes instituciones: la Escuela de Ferrocarriles, Escuela de Industrias Textiles, Escuela Nacional de Maestros Constructores, Escuela Tecnológica para Maestros, Escuela Técnica de Artes y Oficios, Escuela Nacional de Artes Gráficas, Escuela Técnica de Taquimecanógrafos, Escuela Hogar para Señoritas "Gabriela Mistral".
Además de estas escuelas, existían otras 88 de tipo técnico: mineras, industriales, comerciales y de artes y oficios, 71 de carácter oficial y 17 particulares.
En la política educativa oficial se propuso la ampliación de la infraestructura y extensión de la educación, así como la elevación no sólo de la calidad, sino de la especialización.
Sin embargo, a pesar de los avances logrados en el impulso inicial de la Secretaría, la lucha electoral por la sucesión presidencial de 1924, que desembocó en la rebelión delahuertista, y, las presiones norteamericanas plasmadas en los compromisos acordados en las conferencias de Bucareli, limitaron el alcance nacionalista que se pretendía en el proyecto vasconcelista, pues aunque no se abandona el proyecto original, éste se modera.
El Lic. Vasconcelos, todavía como titular del Departamento Universitario, creó el primero de marzo de 1921 la Dirección General de Educación Técnica.
Desde esta Dirección General se crearon las siguientes instituciones: la Escuela de Ferrocarriles, Escuela de Industrias Textiles, Escuela Nacional de Maestros Constructores, Escuela Tecnológica para Maestros, Escuela Técnica de Artes y Oficios, Escuela Nacional de Artes Gráficas, Escuela Técnica de Taquimecanógrafos, Escuela Hogar para Señoritas "Gabriela Mistral".
Además de estas escuelas, existían otras 88 de tipo técnico: mineras, industriales, comerciales y de artes y oficios, 71 de carácter oficial y 17 particulares.
En la política educativa oficial se propuso la ampliación de la infraestructura y extensión de la educación, así como la elevación no sólo de la calidad, sino de la especialización.
Sin embargo, a pesar de los avances logrados en el impulso inicial de la Secretaría, la lucha electoral por la sucesión presidencial de 1924, que desembocó en la rebelión delahuertista, y, las presiones norteamericanas plasmadas en los compromisos acordados en las conferencias de Bucareli, limitaron el alcance nacionalista que se pretendía en el proyecto vasconcelista, pues aunque no se abandona el proyecto original, éste se modera.
El papel de la sociedad en la educación de un país
es de vital importancia para una educación de excelencia. Es de primera
necesidad que los padres defamilia se interesen en la educación
de sus hijos, pero de una forma coordinada con los encargados de impartir el
conocimiento en los planteles públicos de educación. Las relaciones entre los
padres de familia y los maestros se han deteriorado de un tiempo a la fecha. Esto puede ser
el efecto de muchas y variadas causas, entre las que podemos destacar la
difícil situación económica en la que vive el país desde hace mas de
veinticinco años. En esta Epoca pareciera que los maestros y lo padres de
familia estuvieran enfrentados y que no tuvieran un fin en común. La educación
de todo un país. Los padres han modificado la manera de preocuparse por la
educación de sus hijos. Anteriormente el padre d familia presionaba a su hijo a
estudiar en la casa, se preocupaba por que cumpliera con sus compromisos
escolares e inculcaba respeto por la figura del maestro.
Ahora parece lo contrario. Se preocupan mas por la forma que el maestro cumple
con su función que ver a sus hijos realizar la tarea, se molestan por las
cuotas que solicitan los maestros sin darse cuenta que todo ese dinero se utiliza en beneficio de
sus hijos; en esto claro hay sus excepciones muy lamentables, pero no se puede
juzgar a todo el magisterio por unas cuantas manzanas podridas. Es necesario
que la sociedad retome su verdadero papel, preocuparse por sus propios hijos en
su casa. Educarlos en la verdad y el respeto por sus maestros y no devaluar la imagen de los educadores frente a
sus hijos. Es necesario que padres y maestros luchen unidos por el bien de los
ni=F1os y, en consecuencia, del país. El mundo del futuro seria de los pueblos
mejor educados y aun estamos a tiempo de ser parte de ese futuro con un papel
estelar. No se llega a ningún lado jalando la cuerda hacia ambos lados, es
necesario que jalemos todos con el mismo rumbo y de forma coordinada. Es necesario
que se delimite la responsabilidad de la educación. Los
maestros son responsables en las aulas y los padres son responsables en la
casa. En mi opinión, la responsabilidad mayor es la de los padres, pues son el
contacto primario de sus hijos con la educación. Además, los niños pasan mas tiempo en casa que
en la escuela. Los padres deberían preocuparse mas de como gastan el tiempo sus
hijos en casa viendo televisión o jugando videojuegos, que de como trata de
educarlos el maestro. Y la responsabilidad del maestro es permanecer
constantemente actualizado para brindar una educación de calidad como requiere
el país. Una educación que fomente el libre pensamiento, el respeto por las
personas y las instituciones, el gusto por la lectura y el amor por México y todo lo que
representa el país. El maestro tiene la responsabilidad de ser congruente con
lo que enseña y su forma de comportarse, a fin de dar un muy buen ejemplo. En
fin, es necesario que nos pongamos la camiseta del país para poder salir
adelante. Uniendo esfuerzos por el mejor futuro de nuestro futuro: Los niños de
México.
La indiferencia de los
mexicanos ante la "literatura de calidad" mantiene
inmerso al país en una progresiva "catástrofe silenciosa": el
analfabetismo funcional.
El promedio de lectura por habitante en México es de 2,8 libros anuales, y en una lista de 108 naciones elaborada por la UNESCO, ocupa el penúltimo lugar, mientras que Noruega la encabeza, con 47 títulos per capita.
Aun cuando el analfabetismo en nuestro país es parte del problema para acercarse a los libros, existen -según gustos e intereses personales- distintos hábitos de lectura y un fenómeno conocido como "analfabetismo funcional", cuya problemática fue motivo, entre otros, de la creación de la Ley para el Fomento a la Lectura y el Libro, publicada el 8 de junio de 2000, en el Diario Oficial de la Federación.
En su momento, los legisladores integrantes de la subcomisión para dictaminar dicha ley, en el contexto de la 57 Legislatura de la Cámara de Diputados, coincidieron en que "el grave problema del analfabetismo funcional" es parte de esta "catástrofe silenciosa".
El promedio de lectura por habitante en México es de 2,8 libros anuales, y en una lista de 108 naciones elaborada por la UNESCO, ocupa el penúltimo lugar, mientras que Noruega la encabeza, con 47 títulos per capita.
Aun cuando el analfabetismo en nuestro país es parte del problema para acercarse a los libros, existen -según gustos e intereses personales- distintos hábitos de lectura y un fenómeno conocido como "analfabetismo funcional", cuya problemática fue motivo, entre otros, de la creación de la Ley para el Fomento a la Lectura y el Libro, publicada el 8 de junio de 2000, en el Diario Oficial de la Federación.
En su momento, los legisladores integrantes de la subcomisión para dictaminar dicha ley, en el contexto de la 57 Legislatura de la Cámara de Diputados, coincidieron en que "el grave problema del analfabetismo funcional" es parte de esta "catástrofe silenciosa".
Un organismo fantasma .
Destaca, entre las disposiciones de esta legislación, la creación del Consejo Nacional del Fomento a la Lectura y el Libro, órgano de consulta de la Secretaría de Educación Pública (SEP), integrado por 15 miembros, encabezados por un presidente, que es el titular de la SEP, o quien éste designe, y un secretario ejecutivo, responsabilidad que recae en el titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), en este caso Sara Guadalupe Bermúdez.
Entre las funciones de ese consejo de fomento a la lectura están las de "promover el desarrollo de sistemas integrales de información sobre el libro, sudistribución, la lectura y los derechos de autor, así como crear una base de datos que contemple: catálogos y directorios colectivos de autores, obras, editoriales, industria gráfica, bibliotecas y librerías mexicanas, disponible para la consulta en red desde cualquier país. Impulsar el incremento y la mejora de la producción editorial nacional que dé respuesta a los requerimientos culturales y educativos del país en condiciones adecuadas de cantidad, calidad, precio y variedad".
Destaca, entre las disposiciones de esta legislación, la creación del Consejo Nacional del Fomento a la Lectura y el Libro, órgano de consulta de la Secretaría de Educación Pública (SEP), integrado por 15 miembros, encabezados por un presidente, que es el titular de la SEP, o quien éste designe, y un secretario ejecutivo, responsabilidad que recae en el titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), en este caso Sara Guadalupe Bermúdez.
Entre las funciones de ese consejo de fomento a la lectura están las de "promover el desarrollo de sistemas integrales de información sobre el libro, sudistribución, la lectura y los derechos de autor, así como crear una base de datos que contemple: catálogos y directorios colectivos de autores, obras, editoriales, industria gráfica, bibliotecas y librerías mexicanas, disponible para la consulta en red desde cualquier país. Impulsar el incremento y la mejora de la producción editorial nacional que dé respuesta a los requerimientos culturales y educativos del país en condiciones adecuadas de cantidad, calidad, precio y variedad".
Pero el consejo parece ser
un órgano fantasma hasta la fecha, pues aun dentro de la propia SEP carecen de
información. "Vamos a buscar dónde está ubicado", dijo el viernes
pasado Norma Rocío Ortega, directora de Comunicación Social de la institución.
En el documento en que se consigna el decreto para expedir la Ley de Fomento a la Lectura y el Libro, publicado por la Cámara de Diputados, se incluyen las siguientes palabras de Gabriel Zaid: este ordenamiento "es un buen comienzo, y resulta alentador que surja como iniciativa del Poder Legislativo (57 Legislatura), apoyada por todos los partidos. Los libros tienen una importancia desproporcionada a su escaso peso económico en elproducto nacional. Esta desproporción debe aprovecharse. Hay en los libros una oportunidad de grandes beneficios sociales a muy bajo costo. Los libros suben de nivel a las personas y a los países que leen mucho, frente a los que leen poco".
En el documento en que se consigna el decreto para expedir la Ley de Fomento a la Lectura y el Libro, publicado por la Cámara de Diputados, se incluyen las siguientes palabras de Gabriel Zaid: este ordenamiento "es un buen comienzo, y resulta alentador que surja como iniciativa del Poder Legislativo (57 Legislatura), apoyada por todos los partidos. Los libros tienen una importancia desproporcionada a su escaso peso económico en elproducto nacional. Esta desproporción debe aprovecharse. Hay en los libros una oportunidad de grandes beneficios sociales a muy bajo costo. Los libros suben de nivel a las personas y a los países que leen mucho, frente a los que leen poco".
En su exposición de motivos para la
expedición de dicha ley, la ex diputada panista Beatriz Zavala Peniche apuntó:
"En 1997, de los 93 millones de mexicanos, alrededor de 79 millones no
asistieron a una biblioteca el año anterior; de ellos,
39 millones están alfabetizados y se encuentran en plena edad productiva. La
consulta del estudiantado a las más de 12 mil bibliotecas del país (según
cifras del Instituto Nacional de Estadística Geografía eInformática) es, en promedio, de 20
veces al año. "Aunado a lo anterior, existe un problema grave de rezago
educativo: 9.8 por ciento de la poblaciónes
analfabeta (cuarto Informe de Gobierno, periodo
1994-2000) y el promedio nacional de escolaridad es de 7,5 años para 1997 (SEP. Programa de Desarrollo Educativo.
1995-2000). En México hay un potencial de sólo 15 millones de lectores, el
resto de la gente no lee."
Según el INEGI, subrayó
Zavala Peniche, "el índice nacional de analfabetismo simple de los
mexicanos mayores de 15 años, fue de 10,6 por ciento; esto significa que el
analfabetismo funcional rebasa por mucho esta cifra, lo que refleja sólo una
parte de la catástrofe silenciosa".
Población
de 6 a 14 años
|
Sabe
leer y escribir
|
|||||
Total
|
Hombres
|
Mujeres
|
Total
|
Hombres
|
Mujeres
|
|
Total
|
19
700 930
|
9
971 613
|
9
729 317
|
17
195 000
|
8
655 556
|
8
539 444
|
No
sabe leer y escribir
|
No
especificado
|
||||
Total
|
Hombres
|
Mujeres
|
Total
|
Hombres
|
Mujeres
|
2
431 655
|
1
277 549
|
1
154 106
|
74
275
|
38
508
|
35
767
|
Población De 15 Años Y Más
Por Condición De Alfabetismo Y Sexo, 2000
Población
de 15 años y más
|
Alfabetas
|
|||||
Total
|
Hombres
|
Mujeres
|
Total
|
Hombres
|
Mujeres
|
|
Total
|
62
842 638
|
30
043 824
|
32
798 814
|
56
841 673
|
27
780 949
|
29
060 724
|
Analfabetas
|
No
especificado
|
||||
Total
|
Hombres
|
Mujeres
|
Total
|
Hombres
|
Mujeres
|
5
942 091
|
2
233 244
|
3
708 847
|
58
874
|
29
631
|
29
243
|
¿cuales son tus fuentes?
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